Cambios en el ritmo cardíaco (arritmias)
¿Qué son los cambios en el ritmo cardíaco (arritmias)?
El corazón bombea sangre por el cuerpo constantemente, de manera sistemática. La
sangre fluye desde derechotas cavidades superiores del corazón (las aurículas) y
desciende a las cavidades inferiores del corazón, llamadas ventrículos. Los cambios
en el ritmo cardíaco, o arritmias, ocurren cuando hay un trastorno en el sistema
eléctrico normal del corazón que provoca que lata irregularmente.
Los cambios en el ritmo cardíaco se pueden diagnosticar con facilidad, por medio
de un electrocardiograma. Es posible que el médico también le solicite un ecocardiograma,
que es otra herramienta para diagnosticar la arritmia.
El tratamiento dependerá del tipo de ritmo cardíaco irregular, los síntomas y su
estado de salud general.
Un tipo de arritmia común es la denominada fibrilación auricular, que se produce
cuando la parte superior del corazón late de forma irregular y rápida. Por ello,
el corazón no puede bombear bien la sangre por el cuerpo. Las arritmias se producen
por muchas razones, entre ellas:
- Enfermedad cardiaca
- Hipertensión arterial por un tiempo prolongado
- Daño en el músculo cardíaco
- Enfermedad pulmonar crónica, o neumonía
- Ingesta de alcohol
- Medicamentos
- Las arritmias pueden ser una complicación de la insuficiencia cardiaca
¿Cuáles son algunos de los síntomas que hay que tener en cuenta?
- Dolor de pecho
- Mareos leves y cansancio en exceso
- Puede experimentar falta de aire, tanto cuando descansa como cuando realiza cualquier
tipo de actividad. Esto puede incluir caminar hasta la puerta o subir escaleras.
- Puede sentirse muy débil y le puede resultar difícil realizar cualquiera de sus
actividades diarias normales
- Es posible que sienta latir su corazón, o que sienta un latido irregular.
- Puede sentir palpitaciones.
Qué puede hacer:
- Infórmele al médico y a los miembros del equipo médico que le está atendiendo de
cualquier medicamento que esté tomando (incluso medicamentos de libre venta, vitaminas
o remedios a base de hierbas).
- Dígale a su médico si tiene historia de diabetes, enfermedad hepática, renal o cardiaca.
- Si tiene historia familiar de enfermedades cardíacas, derrames, colesterol alto
en sangre o hipertensión arterial, puede estar en riesgo de ciertas afecciones.
Notifique al médico si hay antecedentes de alguna de estas enfermedades en su familia.
- Fumar puede causar que sienta palpitaciones o un ritmo cardíaco irregular. Si fuma,
deje de hacerlo. Fumar también puede aumentar las posibilidades de que se produzcan
daños en los vasos sanguíneos.
- La cafeína y el alcohol pueden causar palpitaciones. Elimine la cafeína y el alcohol
de su dieta y las palpitaciones pueden disminuir o desaparecer.
- Lleve un diario de su ritmo cardíaco irregular o palpitaciones, si ocurren con frecuencia.
Escriba los alimentos que ingirió, el ejercicio o la actividad que estaba realizando
cuando se produjeron los latidos rápidos o irregulares y cómo se sentía antes de
que aparecieran. Este diario puede ser valioso para determinar la causa de las palpitaciones.
- Las preguntas que debe realizarse pueden incluir:
- ¿El ritmo cardíaco irregular o las palpitaciones ocurrieron gradualmente o este
episodio apareció de repente? ¿Me sentía preocupado? ¿Estaba realizando algún tipo
de actividad o estaba descansando?
- Realice ejercicio bajo la supervisión del médico. Caminar, nadar o la actividad
aeróbica moderada pueden ayudarlo a perder peso y promover el flujo de oxígeno en
los pulmones y sangre.
- Emplee técnicas de relajación para disminuir el volumen de ansiedad. Si se siente
ansioso, busque un ambiente tranquilo y cierre los ojos. Respire profundamente,
de manera lenta y constante, e intente concentrarse en cosas que lo hayan relajado
en el pasado (como unas vacaciones, un área de su casa, etc.).
- Si se le prescribe un medicamento para tratar este desorden, no deje de tomarlo
a menos que su médico se lo indique. Tome el medicamento exactamente como se le
recetó. No comparta sus pastillas con nadie.
- Si se le pasa una dosis de su medicación, pregunte a su médico qué debe hacer.
- Si experimenta síntomas o efectos secundarios, especialmente si son severos, asegúrese
de tratarlos con su médico o algún miembro del equipo médico que le está atendiendo.
Ellos pueden recetarle medicamentos y/o sugerir otras alternativas efectivas para
el manejo de estos problemas.
- Asista a todas las citas para los tratamientos.
Medicamentos que el médico puede recetar:
Existen muchos tipos de medicamentos que se pueden utilizar para tratar arritmias.
Entre ellos, se incluyen:
- Inhibidores de la ECA: estos medicamentos trabajan al abrir o dilatar
las arterias. Disminuirán su presión sanguínea y mejorarán el flujo de sangre a
los riñones y a todo el cuerpo. Su médico también puede recetar estos medicamentos
si tiene diabetes o proteinas en la orina, para proteger los riñones. Algunos ejemplos
de este medicamento pueden incluir: maleato de enalapril (Vasotec®),
lisinopril (Zestril®) y fosinopril sodio (Monopril®)
- Anticoagulantes: estos medicamentos evitan que la sangre se coagule.
Cada uno de ellos trabaja de diferentes maneras. Según el estado de salud general,
el tipo de quimioterapia que está recibiendo y la ubicación del coágulo de sangre,
el médico puede sugerirle warfarina sódica (Coumadin®)
o enoxaparina (Lovenox®).
- Medicamentos contra la ansiedad: si sus síntomas se deben a ansiedad,
el médico puede recetarle medicamentos contra la ansiedad, llamados ansiolíticos.
Estos medicamentos lo ayudarán a relajarse. Estos medicamentos lo ayudarán a relajarse.
Entre ellos, se encuentran: lorazepam (Ativan®)
o alprazolam (Xanax®). Es importante que tome estos
medicamentos sólo cuando siente ansiedad. Mientras toma estos medicamentos no opere
maquinaria pesada ni conduzca un automóvil. Si no controlan los síntomas, consulte
a su médico.
- Aspirina: según su estado de salud general y el tipo y severidad
de su arritmia, el médico puede recetarle aspirina como "anticoagulante". La aspirina
trabaja al evitar que las plaquetas de la sangre formen coágulos (efecto antiplaquetario).
- Beta bloqueadores: se pueden utilizar para disminuir el ritmo cardíaco
y mejorar el flujo de sangre por el cuerpo. Los puede tomar si le han diagnosticado
latidos irregulares o hipertensión arterial. Algunos ejemplos de este medicamento
pueden incluir: metoprolol (Lopressor®), propranolol
(Inderal®) y atenolol (Tenormin®).
- Bloqueadores de los canales de calcio: estos medicamentos pueden
recetarse para tratar el dolor de pecho, la alta presión arterial o los latidos
irregulares. Algunos medicamentos comunes incluyen: verapamilo clorhidrato (Calan®) y diltiazem (Dilacor XR®).
- Digoxina: este medicamento, también denominado digitalis, trabaja
al disminuir el ritmo cardíaco y hacer que el corazón lata de manera más eficiente.
Así, bombeará mejor la sangre por el cuerpo. También se conoce como Lanoxin®
- Diuréticos: se los conoce como "píldoras contra la retención de
agua", ya que ayudan a prevenir la insuficiencia cardiaca al hacerlo orinar más.
Este medicamento se tomará si las arritmias se deben a la acumulación de fluidos
en el corazón o en los pulmones. Algunos ejemplos de este medicamento pueden incluir
furosemida (Lasix®) e hidroclorotiazida. Este medicamento
se puede tomar solo o en combinación con otros medicamentos.
- No deje ningún medicamento de manera abrupta, ya que podría provocar serios efectos
secundarios
Cuándo llamar al médico o al proveedor de atención médica:
- Fiebre de 38 ºC (100,5 ºF), escalofríos, dolor de garganta (posibles signos de infección).
- Falta de aire, malestar o dolor del pecho; la inflamación de los labios o de la
garganta debe ser evaluada de inmediato.
- Si siente que el corazón late muy rápido (palpitaciones)
- Ante cualquier erupción en la piel, especialmente si ha cambiado de medicamentos
últimamente
- Ante cualquier inflamación no usual en sus pies o piernas
- Aumento de peso de más de 1,5 kg a 2,5 kg en una semana.
Nota: Le recomendamos que hable con médico acerca de su condición
y su tratamiento. La información que se presenta aquí es sólo con fines prácticos
y educativos, y no reemplaza la opinión de su médico.