Debilidad

   


EQUILIBRIO Y MOVILIDAD

¿Qué nos ayuda a mantener el equilibrio y la movilidad?


Los nervios y músculos del cuerpo desempeñan un papel muy importante en el mantenimiento del equilibrio y la movilidad. El equilibrio es la capacidad para mantenernos estables, de pie, y realizar determinadas actividades. El equilibrio evita que nos caigamos cuando estamos de pie o sentados. La movilidad nos permite desplazarnos y reaccionar a nuestro entorno de manera oportuna. Hay determinadas áreas del cuerpo que nos ayudan a mantener el equilibrio, éstas incluyen:

  • El cerebelo, que está ubicado detrás del tronco encefálico y controla las funciones del movimiento, el equilibrio, la movilidad y la postura. Si ha sufrido un daño en el cerebelo, experimentará trastornos de movilidad, falta de equilibrio y de coordinación.
  • El sistema vestibular del oído interno también cumple una función importante para ayudarnos a mantener el equilibrio. El sistema vestibular envía e interpreta señales del ambiente para mantenernos erguidos y conservar el equilibrio del cuerpo cuando nos movemos.

¿Cuáles son las causas de la falta de equilibrio?

Muchos medicamentos, tratamientos y enfermedades pueden afectar estas áreas y causar problemas de equilibrio y mareos, que afectan la movilidad. Los siguientes son algunos ejemplos de enfermedades o medicamentos que pueden afectar el cerebelo o el sistema vestibular de una persona que recibe quimioterapia:

  • Fármacos de quimioterapia que pueden afectar el sistema vestibular del oído interno:
  • Cisplatino y carboplatino.
  • Fármacos de quimioterapia que pueden afectar el cerebelo:
  • Citosina arabinosida (Ara-C) en dosis elevadas y fluorouracilo (5-FU) en dosis elevadas administradas en bolo.
  • Deshidratación: Si está deshidratado, puede experimentar falta de equilibrio o mareos al cambiar de posición. Estos mareos se producen porque tiene la presión arterial baja (hipotensión ortostática). Su proveedor de atención médica puede medir sus signos vitales (incluyendo su presión arterial y ritmo cardíaco) mientras usted se encuentra acostado, sentado y de pie, para determinar la causa de los mareos.
  • La debilidad provocada por el estrés, el cansancio, la fiebre, la fatiga, la anemia, los problemas cardíacos o un accidente cerebrovascular (derrame cerebral) pueden ocasionar mareos y falta de equilibrio.
  • Infección o inflamación del oído interno, el cerebro o la médula espinal.
  • Puede observar falta de equilibrio después de un reposo prolongado, cuando los músculos están débiles. Esto también le causará problemas de movilidad.

¿Cuáles son algunos de los síntomas que deben vigilarse en relación con la falta de equilibrio y los problemas de movilidad?

  • Debilidad o cansancio generalizado, incapacidad para realizar las actividades habituales.
  • Mareos
  • Visión doble.
  • Vértigo (sentir como si la habitación girara a su alrededor). 
  • Pérdida de la audición. Debilidad de la audición.
  • Visión borrosa.
  • Zumbidos en los oídos.
  • Náuseas y vómitos.
  • Dificultad para realizar tareas como escribir su nombre o ponerse de pie después de haber estado sentado.
  • Fiebre y/o escalofríos (si la causa de los mareos o de la falta de equilibrio es una infección o un síndrome seudogripal).

Los mareos y los problemas de movilidad y equilibrio pueden ser un síntoma o signo de un problema grave. Informe a su médico si experimenta cualquiera de los síntomas de falta de equilibrio y movilidad aquí mencionados. 

Qué puede hacer en relación con la falta de equilibrio y de movilidad:

  • Es importante que informe a su proveedor de atención médica si observa cambios repentinos en su movilidad o equilibrio, si sufre mareos y observa cambios en el patrón de mareos que experimenta. Asimismo, informe a su proveedor de atención médica si tiene alguna pérdida de visión o audición, y si los síntomas se agravan o no mejoran. 

Prevenga la deshidratación:

  • Beba diariamente de 2 a 3 litros de líquido para prevenir la deshidratación. Puede tomar jugos de fruta, agua, refrescos y café sin cafeína, y bebidas sin alcohol.
  • Evite el alcohol y la cafeína, ya que pueden causarle deshidratación.
  • Lleve siempre consigo un termo con sus bebidas preferidas.
  • Cambie de posición lentamente. Dé tiempo a su cuerpo para adaptarse a los cambios de posición. Para algunas personas, recostarse hasta que pase el episodio de mareo puede ser la mejor solución.

Seguridad:

  • Si la sensación de falta de equilibrio es moderada, camine lentamente y con frecuencia. Si tiene episodios graves de mareos, debilidad o falta de equilibrio, camine con ayuda.
  • Si tiene riesgo de caídas debido a la falta de equilibrio: 
  • Retire las alfombras de los lugares por los que habitualmente transita en su hogar. De ser posible, mantenga las habitaciones despejadas y en orden.
  • Coloque iluminación en riel en el piso o mantenga las áreas en las que pasa la mayor parte del tiempo bien iluminadas. Reducirá las posibilidades de sufrir caídas si está en capacidad de ver con mayor claridad.
  • Si está en riesgo de sufrir caídas debido a su debilidad o a movimientos inestables, y vive solo o pasa la mayor parte del día solo, trate de llevar consigo un teléfono inalámbrico u otro dispositivo para poder avisar a alguien en caso de se caiga.
  • Utilice calzados ajustados. Asegúrese de que los cordones o las cintas de Velcro están bien atados.
  • No maneje maquinaria pesada. Es importante que tome precauciones cuando comience a tomar una nueva medicación.
  • Utilice los aparatos ortopédicos, bastones, andaderas u otros dispositivos de ayuda para caminar que su profesional de atención médica le haya indicado.

Otras terapias: 

  • Terapia física (PT, por sus siglas en inglés): Pueden recomendarle o indicarle terapia física para evaluar inquietudes relacionadas con la seguridad, mejorar su movilidad o como ayuda para otras medidas igualmente apropiadas, tales como ejercicios para el fortalecimiento muscular o dispositivos de asistencia.
  • Terapia ocupacional (OT, por sus siglas en inglés): Si experimenta falta de equilibrio o problemas de movilidad en general, puede recibir terapia ocupacional para aprender a realizar de manera más eficaz diversas tareas que normalmente lleva a cabo.
  • Si tiene vértigo, y esto le provoca falta de equilibrio y afecta su movilidad, su médico o un terapeuta capacitado pueden enseñarle ejercicios, llamados "ejercicios vestibulares", para intentar reducir sus mareos. Para hacer estos ejercicios, debe sentarse y cambiar a diferentes posiciones. Al principio, estos ejercicios pueden aumentar sus mareos y su falta de equilibrio mientras realiza estos movimientos, pero deberían servirle para corregir el vértigo. Puede esperar una mejoría en un período de 2 a 6 meses.


Para ayudar a prevenir problemas relacionados con la falta de movilidad:

  • Prevenga el estreñimiento. Las personas que se mueven menos pueden sufrir estreñimiento. (Para obtener más información, lea la sección Manejo de los efectos secundarios - Estreñimiento).
  • Respire profundo. Es necesario que haga circular aire desde el fondo de los pulmones hacia afuera (oxigenación), a fin de prevenir infecciones y neumonías. Esto es especialmente importante si tiene poca movilidad. Usar un espirómetro de incentivo durante 15 minutos, dos veces al día, puede ayudar a estimular la oxigenación.
  • Si fuma, debe dejar de hacerlo. Si no fuma, evite las habitaciones llenas de humo. Fumar puede afectar la forma en que actúan los medicamentos que usted toma. Converse con su proveedor de atención médica acerca de técnicas que pueden ayudarle a dejar de fumar.
  • Cambie de posición con frecuencia (cada 2 horas) para aliviar los puntos de presión. 
  • Mueva las piernas y los brazos para ayudar a mejorar la movilidad. Haga con los pies movimientos como "pisar el acelerador" o circulares con los tobillos para ayudar a prevenir coágulos sanguíneos.

Además: 

  • Según la causa de la falta de equilibrio y de movilidad, los síntomas pueden durar desde unos pocos días hasta varios meses. Es importante que siga todas las instrucciones que le dé su proveedor de atención médica 
  • Hacer ejercicio bajo la supervisión de su proveedor de atención médica, como por ejemplo caminar, nadar o una actividad aeróbica de intensidad leve, puede ayudarlo a bajar de peso y estimular el flujo de oxígeno en los pulmones y en la circulación (oxigenación).
  • Asegúrese de dormir suficiente durante la noche. Esto puede ayudarle a reducir los problemas de falta de coordinación, fatiga y debilidad durante el día. Si tiene problemas para dormir:
  • No ingiera alimentos ni haga ejercicio 2 horas antes de irse a acostar.
  • Oscurezca el ambiente de su habitación.
  • Si tiene un reloj electrónico o con esfera iluminada, déle la vuelta para que no quede con la esfera mirando hacia usted.
  • Utilice la cama sólo para dormir
  • Mantenga un horario regular. Asegúrese de acostarse todas las noches y levantarse todas las mañanas a la misma hora.
  • Reduzca al mínimo las siestas durante el día. Si debe tomar una siesta, no duerma más de una hora seguida. Las siestas más largas lo harán sentirse más cansado y afectarán su sueño nocturno.
  • Si estas técnicas no funcionan, consulte a su proveedor de atención médica.
  • Si experimenta debilidad o efectos secundarios, en especial si son graves, asegúrese de hablar de ellos con los miembros de su equipo de atención médica. Ellos pueden recetarle medicamentos y ofrecerle otros consejos que sean eficaces para controlar este tipo de problemas.

Fármacos o tratamientos que su médico puede prescribirle para la falta de equilibrio o de movilidad:

El tratamiento de los trastornos del equilibrio se basa en encontrar la causa subyacente y tratarla.

  • Si la debilidad es el resultado de un medicamento o tratamiento, retirar ese medicamento del tratamiento puede ayudar a aliviar la debilidad.
  • Dependiendo del estado general de su salud, su médico puede recomendarle determinados fármacos que pueden ayudarlo. Algunos medicamentos comunes que se usan para tratar la debilidad incluyen:
  • Antibióticos: si su médico o proveedor de atención médica cree que tiene una infección que ha provocado los problemas de equilibrio o movilidad, puede indicarle antibióticos orales o intravenosos (IV). Si se le prescriben antibióticos, tome la receta completa. No deje de tomarlos una vez que se sienta mejor.
  • Meclizina (Antivert®), dimenhidrinato (Dramamine®) o el parche de escopolamina (Transderm-Scop®). Estos medicamentos pueden ayudar a reducir los síntomas de falta de movilidad o equilibrio que pueden acompañar a los mareos.
  • Proclorperazina (Compazine®) y prometazina (Phenergan®): se usan para tratar la falta de equilibrio causada por mareos. Son eficaces para evitar la sensación de mareo, o las náuseas y los vómitos que pueden causar mareos.
  • Puede recetarle terapia ocupacional o física.

Cuándo llamar a su médico o proveedor de atención médica debido a la debilidad:

  • Si la debilidad empeora progresivamente.
  • Si tiene dolor de cabeza, visión borrosa, entumecimiento u hormigueo.
  • Si sufre un cambio de su estado mental como, por ejemplo, confusión, desorientación o mayor somnolencia.
  • Si experimenta cualquier cambio súbito en relación con su falta de equilibrio, sufre mareos o un cambio en el patrón de los mareos.
  • Si tiene fiebre de 100.5 ºF (38 ºC) o escalofríos (posibles signos de infección si recibe quimioterapia).
  • Si siente que su ritmo cardíaco es rápido o tiene palpitaciones.
  • Si tiene un estreñimiento que no se alivia con el uso de laxantes.
  • Diarrea (de 4 a 6 episodios en un período de 24 horas), en especial si empeora.
  • Náuseas (si interfieren con la capacidad de comer y no cesen con los medicamentos prescritos).
  • Vómitos (más de 4 ó 5 veces en un período de 24 horas).
  • Si le aparecen nuevos sarpullidos en la piel.

Nota: Insistimos en recomendarle que hable con su profesional de atención médica acerca de su enfermedad y sus tratamientos específicos. La información incluida en este sitio Web acerca de la debilidad y otras enfermedades tiene como propósito ser útil e instructiva, y en ningún caso debe considerarse un sustituto del asesoramiento médico.



FALTA DE COORDINACIÓN (ATAXIA)¿Qué es la falta de coordinación o ataxia?

La falta de coordinación es la irregularidad en los movimientos causada por la acción inarmónica de los músculos debido a la pérdida del control voluntario de éstos. La ataxia es la falta de coordinación de los movimientos. El cerebelo se ubica detrás del tronco encefálico y controla las funciones del movimiento, la movilidad, el equilibro y la postura. La ataxia a menudo se debe a problemas de la función del cerebelo.

Existen diferentes formas de ataxia, pero todas ellas se refieren a problemas de la coordinación. Algunos ejemplos incluyen:

  • Ataxia cerebelosa: hace referencia a los problemas para mover las extremidades (brazos y piernas), los ojos o el tronco. Se debe a problemas en el cerebelo, la parte del cerebro que controla las habilidades motoras (el movimiento).
  • Marcha atáxica: es la falta de coordinación al caminar. Puede ser leve (marcha arrastrada) o grave (la persona no puede caminar).
  • Ataxia postural: hace referencia a problemas para coordinar los movimientos en determinadas posiciones. Por ejemplo, puede tener inconvenientes para sentarse o pararse, debido a la falta de coordinación.

La ataxia puede ser el resultado de muchas enfermedades o afecciones. Con frecuencia, se debe a medicamentos. Algunos medicamentos que pueden ocasionar ataxia incluyen:

  • Fármacos de quimioterapia: Citosina arabinosida (Ara-C) en dosis elevadas, fluorouracilo (5-FU) en dosis elevadas administradas en bolo.
  • Antibióticos: como los aminoglucósidos (la gentamicina y la tobramicina).
  • Medicamentos para afecciones cardíacas, como los betabloqueantes y la amiodarona-

Otras causas:

  • Intoxicación por alcohol.
  • Problemas con las estructuras anatómicas del cuerpo.
  • Las enfermedades endocrinas pueden causar ataxia.
  • Una inflamación del oído interno causada por una infección provoca problemas de movilidad, mareos, ataxia y falta de equilibrio.


¿Cuáles son algunos de los síntomas que deben vigilarse?

  • Alteraciones en la forma de caminar, falta de equilibrio.
  • Necesidad de sujetarse de algo para mantener la estabilidad.
  • Movimientos cada vez más lentos, irregulares o torpes.
  • Caídas.
  • Debilidad o cansancio generalizado, incapacidad para realizar las actividades habituales.
  • Mareos
  • Visión doble.
  • Vértigo (sentir como si la habitación girara a su alrededor). 
  • Pérdida de la audición. Debilidad de la audición. Audición "amortiguada".
  • Visión borrosa.
  • Zumbidos en los oídos.
  • Cambios en el habla (es decir, dificultades para hablar).
  • Náuseas y vómitos.
  • Dificultad para realizar tareas como escribir su nombre o ponerse de pie después de haber estado sentado.
  • Fiebre y/o escalofríos (si la causa de los mareos o de la falta de equilibrio es una infección o un síndrome seudogripal).

Los mareos y los problemas de movilidad y equilibrio pueden ser un síntoma o signo de un problema grave. Informe a su médico si experimenta cualquiera de los síntomas aquí mencionados. 

Qué puede hacer:

Informe a su profesional de atención médica si observa cualquiera de los síntomas antes descritos, para que realice una evaluación.

Seguridad:

  • Si la sensación de falta de equilibrio es moderada, camine lentamente y con frecuencia. Si tiene episodios graves de mareos, debilidad o falta de equilibrio, camine con ayuda.
  • Si tiene riesgo de caídas debido a la debilidad o ataxia: 
  • Retire las alfombras de los lugares por los que habitualmente transita en su hogar si corre riesgo de caerse. De ser posible, mantenga las habitaciones despejadas y en orden.
  • Coloque iluminación en riel en el piso o mantenga las áreas en las que pasa la mayor parte del tiempo bien iluminadas. Reducirá las posibilidades de sufrir caídas si está en capacidad de ver con mayor claridad.
  • Si está en riesgo de sufrir caídas debido a su debilidad o a movimientos inestables, y vive solo o pasa la mayor parte del día solo, trate de llevar consigo un teléfono inalámbrico u otro dispositivo para poder avisar a alguien en caso de se caiga.
  • Utilice calzados ajustados. Asegúrese de que los cordones o las cintas de Velcro están bien atados.
  • No maneje maquinaria pesada. Es importante que tome precauciones cuando comience a tomar una nueva medicación.
  • Utilice los aparatos ortopédicos, bastones, andaderas u otros dispositivos de ayuda para caminar que su profesional de atención médica le haya indicado.

Otras terapias: 

  • Terapia física (PT, por sus siglas en inglés): Pueden recomendarle o indicarle terapia física para evaluar inquietudes relacionadas con la seguridad, mejorar su movilidad o como ayuda para otras medidas igualmente apropiadas, tales como ejercicios para el fortalecimiento muscular o dispositivos de asistencia.
  • Terapia ocupacional (OT, por sus siglas en inglés): Si experimenta falta de equilibrio o problemas de movilidad en general, puede recibir terapia ocupacional para aprender a realizar de manera más eficaz diversas tareas que normalmente lleva a cabo.

Para ayudar a prevenir problemas relacionados con la falta de equilibrio y movilidad:

  • Prevenga el estreñimiento. Las personas con problemas de movilidad pueden sufrir estreñimiento. (Para obtener más información, lea la sección Manejo de los efectos secundarios - Estreñimiento.)
  • Respire profundo. Es necesario que haga circular aire desde el fondo de los pulmones hacia afuera (oxigenación), a fin de prevenir infecciones y neumonías. Esto es especialmente importante si no puede moverse con frecuencia. Usar un espirómetro de incentivo durante 15 minutos, dos veces al día, puede ayudar a estimular la oxigenación.
  • Si fuma, debe dejar de hacerlo. Si no fuma, evite las habitaciones llenas de humo. Fumar puede afectar la forma en que actúan los medicamentos que usted toma. Converse con su proveedor de atención médica acerca de técnicas que pueden ayudarle a dejar de fumar.
  • Cambie de posición con frecuencia (cada 2 horas) para aliviar los puntos de presión. 
  • Mueva las piernas y los brazos para ayudar a mejorar la movilidad. Haga con los pies movimientos como "pisar el acelerador" o circulares con los tobillos para ayudar a prevenir coágulos sanguíneos.

Además: 

  • Según la causa de sus problemas de falta de equilibrio y de movilidad, los síntomas pueden durar desde unos pocos días hasta varios meses. Es importante que siga todas las instrucciones que le dé su proveedor de atención médica. 
  • Hacer ejercicio bajo la supervisión de su proveedor de atención médica, como por ejemplo caminar, nadar o una actividad aeróbica de intensidad leve, puede ayudarlo a bajar de peso y estimular el flujo de oxígeno en los pulmones y en la circulación (oxigenación).
  • Asegúrese de dormir suficiente durante la noche. Esto puede ayudarle a reducir los problemas de falta de coordinación, fatiga y debilidad durante el día. Si tiene problemas para dormir:
  • No ingiera alimentos ni haga ejercicio 2 horas antes de irse a acostar.
  • Oscurezca el ambiente de su habitación.
  • Si tiene un reloj electrónico o con la esfera iluminada, déle la vuelta para que no quede con la esfera mirando hacia usted.
  • Utilice la cama sólo para dormir
  • Mantenga un horario regular. Asegúrese de acostarse todas las noches y levantarse todas las mañanas a la misma hora.
  • Reduzca al mínimo las siestas durante el día. Si debe tomar una siesta, no duerma más de una hora seguida. Las siestas más largas lo harán sentirse más cansado, aumentarán su debilidad y afectarán su sueño nocturno.
  • Si estas técnicas no funcionan, consulte a su proveedor de atención médica.
  • Si experimenta debilidad o efectos secundarios, en especial si son graves, asegúrese de hablar de ellos con los miembros de su equipo de atención médica. Ellos pueden recetarle medicamentos y ofrecerle otros consejos que sean eficaces para controlar este tipo de problemas.



Fármacos que su médico puede recetarle para aliviar la debilidad:

  • El tratamiento de la ataxia se basa en encontrar la causa subyacente y tratarla.
  • Si la debilidad es el resultado de un medicamento o tratamiento, retirar ese medicamento del tratamiento puede ayudarle.
  • Dependiendo del estado general de su salud, su médico puede recomendarle determinados fármacos que pueden ayudarlo. Algunos medicamentos comunes que se usan para tratar la debilidad incluyen:
  • Antibióticos: si su médico o proveedor de atención médica cree que tiene una infección que ha provocado la ataxia, puede indicarle antibióticos orales o intravenosos (IV). Si se le prescriben antibióticos, tome la receta completa. No deje de tomarlos una vez que se sienta mejor.
  • Corticosteroides: Los corticosteroides son eficaces para disminuir la inflamación (hinchazón) en muchas partes del cuerpo.
  • Puede estar tomando corticosteroides si tiene dolor o debilidad debido a un tumor cerebral o cerca de la médula espinal.
  • Los corticosteroides reducirán la inflamación en las áreas donde se ubican los tumores, lo cual puede disminuir la presión del tumor sobre las terminaciones nerviosas y aliviar el dolor.
  • Narcóticos: el sistema nervioso central sirve para que el cerebro envíe mensajes al cuerpo en forma oportuna. Está sumamente alerta, en especial cuando experimentamos dolor. Puede desarrollar debilidad o fatiga debido al dolor crónico. Muchos analgésicos opiáceos (medicamentos para el dolor) actúan bloqueando los mensajes de dolor, como el sulfato de morfina y la oxicodona.
  • Asegúrese de conversar con su proveedor de atención médica sobre los efectos secundarios comunes, tales como el estreñimiento, la somnolencia, las náuseas y los vómitos, y sobre cómo controlar estos efectos secundarios.
  • Dado que la fatiga y la debilidad son efectos secundarios de los analgésicos, converse con su proveedor de atención médica acerca de cómo puede controlar los síntomas de fatiga y debilidad.
  • Agentes antiinflamatorios no esteroideos (NSAID, por sus siglas en inglés) o Tylenol ®: los fármacos antiinflamatorios no esteroideos (NSAID, por sus siglas en inglés), como el naproxeno sódico, el ibuprofeno, pueden aliviar muchos tipos de dolores. El alivio del dolor puede mejorar la movilidad y ayudar a mitigar la debilidad.
  • Si debe evitar los fármacos NSAID, debido a su tipo de cáncer o a la quimioterapia que recibe, tomar 4000 mg diarios (dos comprimidos extra fuertes cada 6 horas) de acetaminofén (Tylenol®) podrían ayudarle a sentirse mejor.
  • Es importante no exceder la dosis diaria recomendada de Tylenol®, dado que puede provocar daños hepáticos. Hable sobre este tema con su proveedor de atención médica.
  • Puede prescribirle terapia ocupacional o física.

Cuándo llamar al médico o proveedor de atención médica:

  • Si observa cambios en su forma de caminar o experimenta problemas de equilibrio.
  • Si se ha caído.
  • Si su debilidad empeora progresivamente.
  • Si tiene dolor de cabeza, visión borrosa, entumecimiento u hormigueo.
  • Si sufre un cambio de su estado mental como, por ejemplo, confusión, desorientación o mayor somnolencia.
  • Dificultad para realizar tareas como escribir su nombre o ponerse de pie después de haber estado sentado.
  • Si tiene fiebre de 100.5 ºF (38 ºC) o escalofríos (posibles signos de infección si recibe quimioterapia).

Nota: Insistimos en recomendarle que hable con su profesional de atención médica acerca de su enfermedad y sus tratamientos específicos. La información incluida en este sitio Web acerca de la debilidad y otras enfermedades tiene como propósito ser útil e instructiva, y en ningún caso debe considerarse un sustituto del asesoramiento médico.



DEBILIDAD (ASTENIA)¿Qué es la astenia?

La astenia es la pérdida o falta de fuerza física, conocida también como debilidad generalizada.

Las personas que reciben tratamientos de quimioterapia pueden sentir debilidad por diversos motivos, tanto físicos como mentales. Las causas de debilidad pueden incluir:

  • Tratamientos contra el cáncer; quimioterapia, modificadores de la respuesta biológica, radioterapia.
  • Efectos secundarios de un tratamiento.
  • Anemia (disminución en el recuento de glóbulos rojos o hematíes).
  • Movilidad reducida, pasar demasiado tiempo en cama (los músculos tienden a debilitarse).
  • Esfuerzo excesivo.
  • Desnutrición, deshidratación.
  • Insomnio.
  • Estrés.
  • Dolor incontrolado.
  • Depresión.
  • Las enfermedades endocrinas que afectan el metabolismo, como las enfermedades de la tiroides, pueden provocar fatiga y debilidad.

¿Cuáles son algunos de los síntomas de debilidad que deben vigilarse?

  • Los síntomas que puede experimentar varían en función de cuál sea la causa de la debilidad.
  • Cansancio.
  • Dolores y molestias musculares.
  • Dificultad para cambiar de posición; inconvenientes para ponerse de pie después de haber estado sentado.
  • Mareos y falta de equilibrio.
  • Dificultad para respirar.
  • Fiebre y/o escalofríos (signos de infección)
  • Depresión

Qué puede hacer en caso de astenia:

Informe a su profesional de atención médica si observa cualquiera de los síntomas de debilidad antes descritos, para que realice una evaluación.

Seguridad:

  • Si la sensación de falta de equilibrio es moderada, camine lentamente y con frecuencia. Si tiene episodios graves de mareos, debilidad o falta de equilibrio, camine con ayuda.
  • Si tiene riesgo de caídas debido a la debilidad o la falta de equilibrio: 
  • Retire las alfombras de los lugares por los que habitualmente transita en su hogar. De ser posible, mantenga las habitaciones despejadas y en orden si corre riesgo de caerse.
  • Coloque iluminación en riel en el piso o mantenga las áreas en las que pasa la mayor parte del tiempo bien iluminadas. Reducirá las posibilidades de sufrir caídas si está en capacidad de ver con mayor claridad.
  • Si está en riesgo de sufrir caídas debido a su debilidad o a movimientos inestables, y vive solo o pasa la mayor parte del día solo, trate de llevar consigo un teléfono inalámbrico u otro dispositivo para poder avisar a alguien en caso de se caiga.
  • Utilice calzados ajustados. Asegúrese de que los cordones o las cintas de Velcro están bien atados.
  • No maneje maquinaria pesada. Es importante que tome precauciones cuando comience a tomar una nueva medicación.
  • Utilice los aparatos ortopédicos, bastones, andaderas u otros dispositivos de ayuda para caminar que su profesional de atención médica le haya indicado.


Otras terapias: 

  • Terapia física (PT, por sus siglas en inglés): Pueden recomendarle o indicarle terapia física para evaluar inquietudes relacionadas con la seguridad, mejorar su movilidad o como ayuda para otras medidas igualmente apropiadas, tales como ejercicios para el fortalecimiento muscular o dispositivos de asistencia.
  • Terapia ocupacional (OT, por sus siglas en inglés): Si experimenta falta de equilibrio o problemas de movilidad en general, puede recibir terapia ocupacional para aprender a realizar de manera más eficaz diversas tareas que normalmente lleva a cabo.

Para ayudar a prevenir problemas relacionados con la falta de equilibrio y los problemas de movilidad:

  • Prevenga el estreñimiento. Las personas que se mueven menos pueden sufrir estreñimiento. (Para obtener más información, lea la sección Manejo de los efectos secundarios - Estreñimiento).
  • Respire profundo. Es necesario que haga circular aire desde el fondo de los pulmones hacia afuera (oxigenación), a fin de prevenir infecciones y neumonías. Esto es especialmente importante si tiene poca movilidad. Usar un espirómetro de incentivo durante 15 minutos, dos veces al día, puede ayudar a estimular la oxigenación.
  • Si fuma, debe dejar de hacerlo. Si no fuma, evite las habitaciones llenas de humo. Fumar puede afectar la forma en que actúan los medicamentos que usted toma. Converse con su proveedor de atención médica acerca de técnicas que pueden ayudarle a dejar de fumar.
  • Cambie de posición con frecuencia (cada 2 horas) para aliviar los puntos de presión. 
  • Mueva las piernas y los brazos. Haga con los pies movimientos como "pisar el acelerador" o circulares con los tobillos para ayudar a prevenir coágulos sanguíneos.

Además: 

  • Según la causa de sus problemas de falta de equilibrio y de movilidad, los síntomas de debilidad pueden durar desde unos pocos días hasta varios meses. Es importante que siga todas las instrucciones que le dé su proveedor de atención médica. 
  • Hacer ejercicio bajo la supervisión de su proveedor de atención médica, como por ejemplo caminar, nadar o una actividad aeróbica de intensidad leve, puede ayudarlo a bajar de peso y estimular el flujo de oxígeno en los pulmones y en la circulación (oxigenación).
  • Asegúrese de dormir suficiente durante la noche. Esto puede ayudarle a reducir los problemas de falta de coordinación, fatiga y debilidad durante el día. Si tiene problemas para dormir:
  • No ingiera alimentos ni haga ejercicio 2 horas antes de irse a acostar.
  • Oscurezca el ambiente de su habitación.
  • Si tiene un reloj electrónico o con la esfera iluminada, déle la vuelta para que no quede con la esfera mirando hacia usted.
  • Utilice la cama sólo para dormir
  • Mantenga un horario regular. Asegúrese de acostarse todas las noches y levantarse todas las mañanas a la misma hora.
  • Minimice las siestas durante el día. Si debe tomar una siesta, no duerma más de una hora seguida. Las siestas más largas lo harán sentirse más cansado, agravarán la astenia y afectarán su sueño nocturno.
  • Si estas técnicas no funcionan, consulte a su proveedor de atención médica.
  • Si experimenta debilidad o efectos secundarios, en especial si son graves, asegúrese de hablar de ellos con los miembros de su equipo de atención médica. Ellos pueden prescribirle medicamentos y ofrecerle otros consejos que sean eficaces para controlar este tipo de problemas.

Fármacos que su médico puede prescribirle para tratar la debilidad:

  • El tratamiento de la debilidad se basa en encontrar la causa subyacente y tratarla.
  • Si la debilidad es el resultado de un medicamento o tratamiento, retirar ese medicamento del tratamiento puede ayudarle.
  • Dependiendo del estado general de su salud, su médico puede recomendarle determinados fármacos que pueden ayudarlo. Algunos medicamentos comunes que se usan para tratar la debilidad incluyen:
  • Antibióticos: si su médico o proveedor de atención médica cree que tiene una infección que ha provocado la ataxia, puede indicarle antibióticos orales o intravenosos (IV). Si se le prescriben antibióticos, tome la receta completa. No deje de tomarlos una vez que deje de sentirse débil.
  • Antidepresivos: se usan para tratar la depresión y el dolor en adultos. Las personas que experimentan dolor durante un período prolongado (dolor crónico), o debido a su situación, pueden sentirse cansadas y deprimidas. Esto les produce debilidad.
  • Los medicamentos, como la venlafaxina (Effexor®), actúan al bloquear la "recaptación" de los neurotransmisores serotonina y norepinefrina, disminuyendo así los síntomas de depresión y la debilidad.
  • Corticosteroides: Los corticosteroides son eficaces para disminuir la inflamación (hinchazón) en muchas partes del cuerpo.
  • Puede estar tomando corticosteroides si tiene dolor o debilidad debido a un tumor cerebral o cerca de la médula espinal.
  • Los corticosteroides reducirán la inflamación en las áreas donde se ubican los tumores, lo cual puede disminuir la presión del tumor sobre las terminaciones nerviosas y aliviar el dolor.
  • La eritropoyetina es una sustancia que el cuerpo produce de forma natural. Es una proteína que normalmente se produce en los riñones y ayuda en la producción de hematíes. La epoetina alfa y la darbepoetina alfa son fármacos similares que actúan como esta sustancia natural y estimulan la producción de hematíes. Durante la quimioterapia, es posible que los pacientes no puedan producir suficientes hematíes, una afección que se conoce como anemia. Los agentes eritropoyéticos pueden tratar la anemia al aumentar el número de hematíes en el cuerpo.
  • La hemoglobina es la sustancia que contiene hierro en los glóbulos rojos y que transporta el oxígeno a todo el cuerpo. La anemia y la disminución del oxígeno circulante que ésta provoca pueden contribuir a los problemas de confusión y cognición. El rango normal de hemoglobina es de aproximadamente entre 12 y 18 g/dL, y varía en función de la edad y el sexo. Los médicos pueden prescribir agentes eritropoyéticos a los pacientes que reciben quimioterapia cuyos niveles de hemoglobina se encuentran por debajo de lo normal.
  • Narcóticos: el sistema nervioso central sirve para que el cerebro envíe mensajes al cuerpo en forma oportuna. Está sumamente alerta, en especial cuando experimentamos dolor. Puede desarrollar debilidad o fatiga debido al dolor crónico. Muchos analgésicos opiáceos (medicamentos para el dolor) actúan bloqueando los mensajes de dolor, como el sulfato de morfina y la oxicodona.
  • Asegúrese de conversar con su proveedor de atención médica sobre los efectos secundarios comunes, tales como el estreñimiento, la somnolencia, las náuseas y los vómitos, y sobre cómo controlar estos efectos secundarios.
  • La fatiga y la debilidad pueden ser efectos secundarios de los analgésicos; converse con su proveedor de atención médica acerca de cómo puede controlar sus síntomas de fatiga y debilidad.
  • Agentes antiinflamatorios no esteroideos (NSAID) o Tylenol ®: los fármacos antiinflamatorios no esteroideos (NSAID, por sus siglas en inglés), como el naproxeno sódico, el ibuprofeno, pueden aliviar muchos tipos de dolores. El alivio del dolor puede mejorar la movilidad y mitigar la debilidad.
  • Si debe evitar los fármacos NSAID, debido a su tipo de cáncer o a la quimioterapia que recibe, tomar 4000 mg diarios (dos comprimidos extra fuertes cada 6 horas) de acetaminofén (Tylenol®) podrían ayudarle a sentirse mejor.
  • Es importante no exceder la dosis diaria recomendada de Tylenol®, dado que puede provocar daños hepáticos. Hable sobre este tema con su proveedor de atención médica.

Otras terapias: 

  • Transfusión sanguínea para tratar la anemia grave.
  • Pueden recetarle terapia ocupacional o física.

Cuándo llamar al médico o proveedor de atención médica:

  • Si observa cambios en su forma de caminar o experimenta problemas de equilibrio.
  • Si se ha caído.
  • Si su debilidad empeora progresivamente.
  • Si tiene dolor de cabeza, visión borrosa, entumecimiento u hormigueo.
  • Si sufre un cambio de su estado mental como, por ejemplo, confusión, desorientación o mayor somnolencia.
  • Dificultad para realizar tareas como escribir su nombre o ponerse de pie después de haber estado sentado.
  • Fatiga extrema (imposibilidad de realizar las actividades de cuidado personal).
  • Si tiene fiebre de 100.5 ºF (38 ºC) y/o escalofríos (posibles signos de infección si recibe quimioterapia).


Nota: Insistimos en recomendarle que hable con su profesional de atención médica acerca de su enfermedad y sus tratamientos específicos. La información incluida en este sitio Web acerca de la debilidad y otras enfermedades tiene como propósito ser útil e instructiva, y en ningún caso debe considerarse un sustituto del asesoramiento médico.

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