¿Qué es la disnea?
    
        - La disnea es la sensación de falta de aire o dificultad para respirar. 
- Es también una sensación de respiración incómoda. Normalmente, nuestros cuerpos
            regulan la acción de respirar sin siquiera tener que pensarlo. 
- En ciertas condiciones es posible experimentar disnea en reposo o cuando se realiza
            un esfuerzo (cuando realiza cualquier actividad sin importar cuán pequeña sea).
            Las causas comunes de disnea incluyen: 
- Problemas cardíacos, entre ellos:
            
                - Latidos irregulares 
- Acumulación de fluidos alrededor del corazón a causa de ciertos tipos de cáncer
                    (efusión pericárdica) 
- Un ataque cardíaco reciente que pueda estar bloqueando el flujo sanguíneo 
- Insuficiencia cardíaca: cuando el corazón no trabaja como debería
 
- Problemas pulmonares, entre ellos:
            
                - Bloqueo por un cuerpo extraño de las vías respiratorias superiores e inferiores
                    por tumor, infección o incluso puede ser, por ahogarse con un trozo de alimento
                
- Las personas con cáncer en los ganglios linfáticos del pecho pueden tener un bloqueo
                    del flujo sanguíneo a través de las venas. Esto se llama síndrome de la vena cava
                    superior (SVCS). Las personas con enfermedad de Hodgkin, cáncer del pulmón o del
                    pecho son las más susceptibles. 
- La obstrucción de las vías aereas por secreciones son comunes en bronquitis aguda
                    (se presenta de repente) o crónica (que ocurre por un largo tiempo), asma y enfermedad
                    pulmonar obstructiva crónica (EPOC). 
- Acumulación de fluidos en los pulmones a causa de un tumor u otra enfermedad (efusión
                    pleural) 
- Neumonía: causada por uno de muchos tipos de virus o bacterias [Emily: please check
                    against original 
- Infección de las vías respiratorias superiores (IVRS): causado por un virus o una
                    bacteria 
- Fibrosis pulmonar: daño pulmonar a causa de radiación, enfermedades crónicas o quimioterapia
                
- Toxicidad pulmonar: daño pulmonar a causa de quimioterapia, radioterapia o enfermedades
                    crónicas 
- Neumotorax: un pulmón colapsado como consecuencia de un tumor o traumatismo (como
                    un accidente de auto o una herida de bala) 
- Coágulos de sangre en los pulmones (embolia pulmonar)
 
        Otras causas:
    
    
        - Anemia: baja cantidad de hemoglobina (Hgb), que se puede producir por pérdida de
            sangre, si las reservas de hierro son bajas, o después de quimioterapia 
- Si está hiperventilando o respirando muy rápido por miedo, ansiedad o causas desconocidas
        
- Otras causas que también pueden ponerlo en riesgo de padecer disnea (llamadas factores
            de riesgo), pueden incluir:
            
                - Fumar 
- Agentes ambientales irritantes, como polución, químicos o espray para el cabello
                
- Si es una persona mayor o si el sistema inmune está alterado debido a la quimioterapia,
                    el uso prolongado de esteroides o enfermedades crónicas
                    
                        - Se le puede tratar con antibióticos en caso de presencia de bacterias en una muestra
                            de esputo o si su médico considera que una bacteria provocó la infección. 
- Si la causa de la bronquitis es un virus, los síntomas pueden tardar 2 semanas o
                            más en disminuir, y los antibióticos no ayudan. El tratamiento incluye medicamentos
                            para la tos, tomar muchos líquidos y evitar los agentes irritantes.
 
- La disnea puede ser consecuencia de una enfermedad crónica (de larga duración),
                    como fibrosis pulmonar o bronquitis crónica. Es posible que pase por períodos en
                    que se siente bien y luego pase por períodos en que se siente enfermo. 
- Con algunas causas de disnea, como la bronquitis crónica y la fibrosis pulmonar,
                    los episodios severos de tos, falta de aire y congestión (llamados agravamientos)
                    pueden durar unos pocos meses cada vez y ocurrir varias veces al año. 
 
        ¿Cuáles son algunos de los síntomas que hay que tener en cuenta?
    
        - Puede notar rigidez en el pecho, dificultad para respirar normalmente, sensación
            de falta de aire o necesidad de aire. 
- Puede notar una sibilancia al respirar. 
- Puede tener fiebre, escalofríos o dolor de cabeza. 
- Puede sentir dolor en los músculos o dolor cuando respira profundamente, especialmente
            si tose muy fuerte por períodos largos. 
- Puede sentirse demasiado cansado o muy débil (fatigado). Le puede resultar difícil
            realizar cualquiera de sus actividades normales. 
- Es posible que tenga episodios repentinos de tos o una tos prolongada (crónica).
            Existe la posibilidad de que despida secreciones (esputo) esputote color entre verdoso
            y amarillento, o rojizo. 
- Puede experimentar falta de aire, tanto cuando descansa como cuando realiza cualquier
            tipo de actividad. Esto puede incluir caminar hasta la puerta o subir escaleras.
        
- Puede resultarle difícil acostarse y tendrá que dormir con 2 ó más almohadas. La
            falta de aire puede provocar que se levante en el medio de la noche. 
- Si el corazón no trabaja correctamente, las piernas pueden hincharse, especialmente
            los pies y tobillos. Puede subir de peso fácilmente por retención de líquidos, o
            sentirse inflado.
        Qué puede hacer:
    
        - Informe a su médico y a los miembros del equipo médico que le esta atiendiendo,
            de cualquier medicamento que esté tomando (incluso medicamentos de libre venta,
            vitaminas o remedios a base de hierbas). 
- Informe a su médico y a los miembros del equipo médico que le esta atiendiendo,
            si tiene diabetes, o alguna enfermedad del hígado, de los riñones o del corazón.
            Si tiene historia familiar de enfermedades cardíacas, derrames, colesterol alto
            o alta presión, ya que esto la puede poner en riesgo de ciertas afecciones. Notifique
            a su médico si hay antecedentes de alguna de estas enfermedades en su familia.
        
- Si fuma, debe dejar de hacerlo. Si no fuma, evite el humo. Ser fumador activo o
            pasivo puede dañar el pulmón. Platique con su médico acerca de técnicas que pueden
            ayudarlo a dejar de fumar. 
- Evite el contacto con personas enfermas. Lávese las manos con frecuencia, con agua
            y jabón, durante al menos 15 segundos cada vez. Use pañuelos desechables cuando
            estornude o tosa. 
- No comparta los utensilios para comer o beber con nadie. 
- Si es mayor de 65 años o tiene un sistema inmune alterado debido a quimioterapia,
            enfermedad crónica o uso de esteroides, el Centro para el Control de Enfermedades
            (CDC, por sus siglas en inglés) recomienda que reciba una vacuna contra la gripe
            cada año y una vacuna contra la pulmonía cada 5 años. Consulte a su médico para
            ver si esto es conveniente para usted. 
- Las personas con problemas pulmonares deben hacer ejercicios respiratorios (inhalación
            y exhalación profunda) para mover el aire desde el fondo de los pulmones (oxigenación)
            para prevenir infecciones y pulmonía. Para esto se puede utilizar un espirómetro
            durante 15 minutos, dos veces al día. 
- El control de las secreciones mediante la tos o respiraciones profundas lo ayudará
            a respirar con más facilidad. Recuerde que si está deshidratado, las secreciones
            serán más espesas y más difíciles de eliminar. Asegúrese de tomar de 2 a 3 litros
            de líquidon (no alcohol, café o refrescos a menos que sean descafeinados) por día
            para mantenerse bien hidratado. 
- Darse duchas o baños calientes, y usar un vaporizador puede ayudar a que las secreciones
            sean menos espesas. 
- Intente hacer ejercicio, lo que tolere, para promover el intercambio del aire (oxigenación)
            y para mantenerse en buena condición. Caminar, nadar o actividades aeróbicas moderadas
            también pueden ayudar a perder peso y sentirse mejor. Asegúrese de hacer ejercicio
            bajo la supervisión de su médico y platique con el para decidir un programa de ejercicio
            que se adapte a sus necesidades. 
- Intente evitar "alérgenos ambientales" (como humo y todo aquello que pueda provocar
            alergia (espray para el cabello, hongos, ácaros y mascotas) y causarle un episodio
            de falta de aire o que los síntomas empeoren. 
- Lleve un diario y anote cualquier síntoma anormal, como fatiga en exceso, falta
            de aire o dolor en el pecho, que se produzca con frecuencia. Anote los alimentos
            que ingirió, el ejercicio o la actividad que estaba realizando cuando aparecieron
            los síntomas y cómo se sentía antes de que estos aparecieran. Este diario puede
            ser valioso para identificar ciertas "causas que inicien" los síntomas. 
- Las preguntas que debe realizarse pueden incluir:
            
                - ¿Los síntomas se presentaron gradualmente o el episodio apareció de repente? ¿Se
                    sentía preocupado? ¿Estaba realizando algún tipo de actividad o estaba descansando?
                
- ¿Ingerió algún tipo de alimento diferente? ¿Estuvo cerca de animales? ¿Viajó recientemente?
                    ¿Qué hizo diferente?
 
- Con problemas de respiración severos, dormir con la cabecera de la cama elevada
            puede ayudar a facilitar la respiración. Esto se puede hacer esto si duerme con
            2 ó 3 almohadas adicionales. Esto ayudará a que los pulmones se expandan (extensión)
            y fomentará el drenaje de las secreciones. 
- Emplee técnicas de relajación para disminuir su ansiedad. Si se siente nervioso,
            busque una area tranquila y cierre los ojos. Respire profundamente, de manera lenta
            y constante, e intente concentrarse en cosas que lo hayan relajado en el pasado.
        
- Debe restringir la cantidad de alcohol que bebe o evitarlo totalmente. El alcohol
            puede ser malo con muchos medicamentos. 
- Participar en grupos de apoyo puede ser útil para discutir con otros lo que le está
            pasando. Pregunte a su médico si conoce algún grupo de apoyo que pueda beneficiarlo.
        
- Si se le prescribe un medicamento para tratar este desorden, no deje de tomarlo
            a menos que su médico se lo indique. Tome el medicamento exactamente como se le
            indicó. No comparta sus pastillas con nadie. 
- Si se le pasa una dosis de su medicación, pregunte a su médico qué debe hacer.
        
- Si experimenta síntomas o efectos secundarios, especialmente si son severos, asegúrese
            de mencionarlos a alguno de los miembros del equipo médico que le esta atiendiendo.
            Ellos pueden recetarle medicamentos y/o sugerir otras alternativas efectivas para
            el manejo de estos problemas. 
- Asista a todas las citas para los tratamientos.
        Medicamentos que el médico puede recetar:
    
        - Según el funcionamiento pulmonar y su estado general de salud, el médico puede recomendar
            ciertos medicamentos para ayudar al funcionamiento pulmonar y disminuir los síntomas.
            Algunos de los medicamentos que más comunmente se indican para tratar problemas
            pulmonares incluyen:
            
                - Medicamentos antiansiedad: si está experimentando ansiedad con
                    su disnea, dependiendo de la causa, el médico puede recetarle un medicamento antiansiedad,
                    llamado ansiolítico. Estos medicamentos lo ayudarán a relajarse. Entre ellos, se
                    encuentran: lorazepam (Ativan®) o alprazolam (Xanax®). Es importante que tome estos medicamentos sólo cuando
                    siente ansiedad. Mientras toma estos medicamentos no opere maquinaria pesada ni
                    conduzca un automóvil. Estos medicamentos deben utilizarse con sumo cuidado si tiene
                    disnea severa. Discuta los riesgos y beneficios de tomar estos medicamento con su
                    médico o algún miembro del equipo médico que le esta atiendiendo. 
- Antibióticos: si su médico sospecha que tiene una infección pulmonar,
                    podrá indicarle antibióticos en píldoras o intravenosos (IV), según la severidad
                    de la enfermedad y el estado de salud general. Los antibióticos más recetados para
                    la bronquitis, neumonía y problemas respiratorios incluyen azitromicina (Zithromax.®) y levofloxacina (Levaquin®).
                    Si le recetan antibióticos en píldoras, tome la receta completa. No deje de tomar
                    las píldoras cuando se sienta mejor. 
- Anticoagulantes: estos medicamentos evitan que la sangre se coagule.
                    El médico los puede recetar si tiene un coágulo de sangre. Cada uno de estos medicamentos
                    trabaja de manera diferente. Según el estado de salud general, el tipo de quimioterapia
                    que está recibiendo y la ubicación del coágulo, el médico puede sugerirle warfarina
                    sódica (Coumadin®) o enoxaparina (Lovenox®). 
- Agentes anticolinérgicos: estos medicamentos se recetan a personas
                    con bronquitis crónica, enfisema y enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
                    Los agentes anticolinérgicos trabajan de manera compleja relajando los músculos
                    pulmonares, lo que lo ayudará a respirar de manera más fácil. Un medicamento muy
                    recetado es el bromuro de ipratropio (Albuterol®).
                
- Broncodilatadores: estos medicamentos trabajan abriendo (o dilatando)
                    las vías respiratorias y ofreciendo alivio de los síntomas, incluso de la falta
                    de aire. En general, estos medicamentos se dan por inhalación (aerosol), pero también
                    están disponibles en píldoras. 
- Agonistas de receptores beta adrenérgicos (beta-agonistas): los
                    beta-agonistas pueden considerarse broncodilatadores, ya que estos medicamentos
                    relajan el suave liso de las vías respiratorias y bloquean la liberación de sustancias
                    que causan broncoconstricción, o estrechez bronquial, en caso de un "espasmo." Se
                    suelen utilizar drogas como el albuterol (Proventil®)
                    o la terbutalina (Brethine®). 
- Corticosteroides: los esteroides trabajan disminuyendo la inflamación
                    y la hinchazón, que puede estar presente en ciertos desórdenes pulmonares. Los pacientes
                    pueden beneficiarse con esteroides, ya sea inhalados, en píldoras o intravenoso
                    (IV). 
- Beclometasona (Beclovent®), un
                    esteroide inhalado, es útil para el tratamiento del asma y la bronquitis crónica.
                    Los esteroides inhalados actúan directamente sobre el tejido pulmonar, por lo que
                    hay menos efectos secundarios a largo plazo, comparados con las píldoras y la forma
                    intravenosa. 
- A las personas que sufren un episodio de falta de aire severa e inflamación de las
                    vías aéreas se les puede recetar una píldora de esteroides, como prednisona, por
                    un período corto de tiempo. Por lo general, la prednisona se receta con esteroides
                    inhalados. 
- Los pacientes con asma severa pueden requerir administración intravenosa de otro
                    esteroide, metilprednisolona (Solumedrol®).
                
- Medicamentos para la tos/descongestivos: pueden ayudarlo a sentirse
                    mejor si está tosiendo mucho. La guanafenesina es un ingrediente activo en muchos
                    medicamentos para la tos, que se puede administrar solo, pero por lo general se
                    combina con otras drogas, como la codeína, para ayudar en el proceso. La guaifenesina
                    también se puede combinar con pseudoefedrina (Sudafed®)
                    como descongestivo, o cualquier otro medicamento, según los síntomas. Otra droga
                    común que se puede administrar es bitartrato de hidrocodona-metilbromuro de hematropina
                    (Hycodan®). Éste es un antitusivo narcótico (medicamento
                    contra la tos) que ayuda a aliviar la tos. 
- Diuréticos: se los conoce como "píldoras contra la retención de
                    agua", ya que ayudan a prevenir o tratar la congestión pulmonar al hacerlo orinar
                    más. Algunos ejemplos de este medicamento pueden incluir furosemida (Lasix®) e hidroclorotiazida. Este medicamento se puede recibir
                    solo o en combinación con otros medicamentos. 
- Oxigenoterapia: si tiene falta de aire cuando se encuentra descansando
                    o cuando realiza un esfuerzo, el médico podrá evaluar si la oxigenoterapia es adecuada
                    para su caso. Cuando los síntomas sean muy severos, podrá tomar oxígeno. Por ejemplo,
                    algunas personas reciben oxígeno sólo a la noche y no durante el día. Otros lo reciben
                    cuando realizan actividades, pero no todo el tiempo.
 
- Su médico sabrá aconsejarlo sobre los tratamientos que son mejores, según su caso.
        
- No deje ningún medicamento de manera abrupta, ya que podría provocar serios efectos
            secundarios.
        Cuándo llamar al médico o al proveedor de atención médica:
    
        - Fiebre de 38 ºC (100,5 ºF), escalofríos, dolor de garganta (posibles signos de infección
            si recibe quimioterapia). 
- Si tose sangre. 
- Falta de aire, dolor de pecho o malestar; la inflamación de los labios o de la garganta
            debe ser evaluada de inmediato. 
- Si siente que el corazón late rápidamente o tiene palpitaciones 
- Cualquier erupción nueva en la piel 
- Cualquier inflamación no usual en los pies o las piernas 
- Aumento de peso de más de 1,5 kg a 2,5 kg en una semana. 
- Síntomas que empeoran y no mejoran
        Nota: Le recomendamos que hable con su médico acerca de su
        condición y su tratamiento. La información que se presenta aquí es solo con fines
        prácticos y educativos, y no reemplaza la opinión de su médico.