Dolor, síntomas y su relación con el cáncer y la quimioterapia

   

EXAMENES COMUNES PARA EL DIAGNÓSTICO DEL DOLOR

Gammagrafía ósea: Después de inyectar una pequeña cantidad de tinte radioactivo en las venas y de tomar placas radiográficas, su médico o proveedor de atención médica podrá observar si tiene problemas óseos.

Se le puede realizar una gammagrafía ósea si su proveedor de atención médica cree que tiene:

  • Daño óseo: debido a artritis o un traumatismo (por una caída o un accidente).
  • Infección ósea.
  • El cáncer puede diseminarse a los huesos.

No hay una preparación para este examen

  • Es posible que deba esperar 2 ó 3 horas una vez que se inyectó el tinte radioactivo en el torrente sanguíneo para completar el procedimiento. 
  • Antes del examen, su proveedor de atención médica le dará instrucciones específicas.

Estudio óseo: Un estudio óseo, o esquelético, es un procedimiento que analiza todos los huesos del cuerpo. Esto incluye el cráneo, los huesos largos de los brazos y piernas, y la pelvis o

Radiografía ósea: Se puede hacer una sola placa radiográfica si hay una región en particular que le produce dolor.

Su proveedor de atención médica puede solicitarle este examen si cree que: 

  • Existe un daño óseo debido a una enfermedad, como el cáncer
  • Hay una infección presente
  • Reducción del tejido óseo (osteoporosis) o artritis 

Al igual que la gammagrafía ósea, no se necesita preparación para este examen. 

  • No recibirá una inyección con tinte radioactivo antes del estudio óseo. 
  • Existen diferencias entre la gammagrafía ósea y el estudio óseo en la forma en que se los interpreta. Su proveedor de atención médica determinará los exámenes adecuados para usted.
  • Su proveedor de atención médica le dará instrucciones específicas antes del procedimiento.

Radiografía de tórax: Éste es un procedimiento rápido e indoloro en el que se toma una imagen, o una placa de rayos x, para observar las estructuras internas del tórax. La radiografía de tórax servirá para observar específicamente los pulmones, el corazón y las costillas. 

  • Esta imagen en una dimensión puede brindar a su proveedor de atención médica información importante acerca de lo que sucede dentro de las paredes del tórax y la región pulmonar.
  • Se pueden realizar radiografías de tórax de rutina, en caso de que su proveedor de atención médica desee "observar" algo determinado. También se pueden tomar si tiene síntomas como tos o dolor torácico prolongado. 
  • Si su proveedor de atención médica cree que puede encontrar algo sospechoso, puede recomendarle practicar un examen más preciso, como una gammagrafía por TAC.

Tomografía computarizada (TC); Este estudio es más específico que una simple radiografía, debido a que una computadora toma imágenes de la región torácica, abdominal o pélvica, la cabeza, cabeza y cuello o las extremidades desde diferentes ángulos, para dar una vista transversal del tórax y los pulmones. Cómo funciona:

  • Mientras usted permanece recostado sobre una tabla que se desplaza, un escáner dentro de una máquina se mueve a su alrededor. Las radiografías se toman desde diferentes ángulos, a medida que la computadora registra las imágenes. Entonces, la computadora coloca las imágenes en un orden específico, de manera que los especialistas puedan interpretar los hallazgos.
  • A veces, se le puede administrar una solución de contraste (tinte), por vía oral o inyectada en una vena grande (IV). Esto ayuda a mejorar la imagen y a mostrar cualquier anomalía a medida que el tinte se desplaza por el cuerpo. Su médico puede pedirle que tome un contraste oral si desea examinar el abdomen o la pelvis mientras se le examina el tórax. 
  • Se le puede pedir que haga ayuno (no coma) desde la media noche del día del examen. Su proveedor de atención médica le dará instrucciones específicas.

Imagen por resonancia magnética (IRM): Mientras que los rayos X son buenos para observar los huesos y estructuras sólidas, una IRM sirve para observar muy específicamente los huesos, las partes blandas, los cartílagos, los ojos y los tejidos del cuerpo. La IRM es óptima para examinar la columna vertebral si se sospecha una compresión de la médula espinal. Se le puede realizar una IRM:

  • De la columna: Si tiene dolor grave en la espalda y su proveedor de atención médica tiene dudas acerca de la estabilidad de su columna. Se le puede realizar este estudio, si tiene cáncer diseminado a los huesos (metastatizado), o un tumor en la columna. También puede tener los huesos más delgados (osteoporosis), y estar en riesgo de quebrarse un hueso o fracturarse uno o más de los huesos que forman parte de la columna vertebral, llamados vértebras. 
  • Hay 33 vértebras y cada una esta unida mediante ligamentos. El daño en uno o más de estos huesos puede lesionar la médula espinal y provocar mucho dolor y otros problemas graves.
  • Del cerebro: Para observar el tejido cerebral, para controlar un cáncer o un cáncer que puede haberse diseminado o identificar una hinchazón. También es importante si su médico cree que puede tener una infección en los ojos o la cabeza.
  • De una articulación: Si ha sufrido una lesión (por un deporte, por caminar o una caída) y siente mucho dolor. De esta forma se verán los ligamentos o cartílagos del cuerpo que han resultado dañados. Se le puede hacer una IRM del hombro, la rodilla o cualquier otra articulación del cuerpo.

No hay una preparación especial en muchos casos, pero no debe usar nada metálico durante el examen. Evite todos los metales dentro del resonador, como: 

  • Broches metálicos en la ropa
  • Cierres
  • Joyas
  • Relojes
  • Si usa un marcapasos, tiene placas metálicas en el cuerpo debido a una cirugía, o cualquier otro tipo de metal en el cuerpo, infórmelo a su proveedor de atención médica.

Se asocia a las máquinas de IRM un zumbido fuerte, que puede resultar molesto para las personas. Durante el procedimiento:

  • Puede resultar de ayuda usar tapones para los oídos o auriculares para bloquear el ruido de la máquina.
  • Si está ansioso, cierre los ojos y respire de manera lenta, profunda y regular. Piense en algo que lo haya relajado anteriormente. 
  • Este procedimiento dura aproximadamente 1/2 a 1 hora.

¿QUÉ ES EL DOLOR Y CÓMO LO AFECTA LA QUIMIOTERAPIA? 

El dolor es la experiencia sensorial desagradable debida a un daño nervioso o tisular. EL dolor puede ser resultado de:

  • Lesión: Debido a un traumatismo (como una caída o un accidente automovilístico). 
  • Invasión tumoral: Un tumor canceroso puede invadir nervios, un órgano interno (como el hígado o los pulmones), o los huesos y provocar dolor.
  • Coágulos sanguíneos: En las piernas o en los pulmones pueden haber provocado daños nerviosos o tisulares.
  • Infección: Provoca una inflamación de los tejidos en cualquier parte del cuerpo.
  • Otras causas: Existen muchas otras enfermedades y afecciones médicas que pueden provocar dolor, como reducción de los huesos debido a osteoporosis (que también puede haber causado una fractura ósea), o inflamación de las articulaciones (artritis).
  • El dolor puede ser agudo o crónico. El dolor agudo es el que usualmente dura menos de 6 meses. El dolor crónico es el que usualmente dura más de 6 meses. 
  • Cuanto más dure el dolor, mayor será el riesgo de depresión y cansancio extremo (fatiga).

TIPOS COMUNES DE DOLOR

  • Dolor óseo: Más probablemente debido a un daño óseo por un traumatismo o un tumor. 
  • Dolor nervioso: El dolor nervioso es un síntoma común que experimentan los pacientes con determinados tipos de cáncer. En caso de presencia de dolor nervioso en cualquier parte del cuerpo, determinados receptores de dolor pueden formar nuevas terminaciones nerviosas. El umbral de dolor (el punto en que experimenta dolor) relacionado con los nervios puede disminuir durante un episodio de dolor. Por lo tanto, puede notar dolor:
  • Durante el reposo (conocido como dolor crónico, persistente).
  • Durante el movimiento, al toser o al realizar una determinada actividad (llamado avance del dolor del cáncer (ADC). Se conoce el ADC como "recrudecimiento" de dolor y puede ser grave. 
  • Siempre que haya presencia de irritación.
  • Dolor inducido por quimioterapia o radiación (más frecuentemente una forma de dolor nervioso). Puede ocasionar neuropatía periférica (entumecimiento doloroso de las extremidades) o parestesia (entumecimiento y hormigueo en las manos, los pies y cualquier extremidad del cuerpo).
  • Los fármacos de quimioterapia comúnmente utilizados, como sulfato de vincristina, paclitaxel o cisplatino, pueden provocar lo que se conoce como neuropatía periférica o parestesia inducidas por quimioterapia. 
  • Para ayudar a que su proveedor de atención médica diagnostique y trate su dolor, es importante que siga todas las instrucciones que se le han dado. También es importante que registre el dolor en un diario.

QUÉ AYUDARÁ A QUE SU PROVEEDOR DE ATENCIÓN MÉDICA TRATE EL DOLOR:

Escriba un diario con registros del dolor. Si experimenta dolor por cualquier motivo, su proveedor de atención médica le hará determinadas preguntas para determinar la causa del dolor. Se puede incluir:

  • Inicio: ¿Cuándo comenzó el dolor? ¿Qué estaba haciendo cuando comenzó el dolor? 
  • Calidad: ¿Cómo es el dolor? ¿Se siente como una puntada y una puñalada, o es sordo y constante? 
  • Ubicación: ¿Dónde siente el dolor? ¿Puedo señalar el lugar exacto donde lo siente o abarca todo un área? 
  • Intensidad ¿Cuán grave es el dolor permanente? ¿Cuán intenso es cuando realiza determinadas actividades que lo hacen sentir dolor, en una escala de 1a 10, donde el número "10" es el mayor dolor que puede imaginar? 
  • Duración: ¿Cuánto tiempo duró el dolor? ¿Duró sólo hasta que llegó a la puerta, o siguió sintiéndolo durante un tiempo?
  • Tipo de dolor o factores agravantes: ¿El dolor aparece y desaparece cada vez que realiza determinadas actividades o es impredecible? 
  • Factores aliviantes: ¿Qué puede hacer para que el dolor desaparezca? ¿Hay algo que lo alivie? ¿Qué ha usado anteriormente que le haya dado buenos resultados? ¿Sigue dándole buenos resultados? 
  • ¿Cuál es su estado de ánimo? ¿está deprimido o siente ansiedad? ¿Eso hace que el dolor aumente?
  • Si no se le ha realizado un diagnóstico del dolor, su proveedor de atención médica puede indicarle determinadas pruebas o exámenes según el dolor. Estos pueden incluir radiografías, gammagrafías por TAC, estudios óseos o gammagrafías óseas o una IRM. Su proveedor de atención médica puede indicarle exámenes que sean indicados para usted.
  • Si ya tiene un origen o causa del dolor, es importante que siga las recomendaciones del proveedor de atención médica.

Nota: Insistimos en recomendarle que hable con su profesional de atención médica acerca de su enfermedad y sus tratamientos específicos. La información incluida en este sitio Web tiene como propósito ser útil e instructiva, y en ningún caso debe considerarse un sustituto del asesoramiento médico.

ARTRALGIA (DOLOR ARTICULAR)

¿Qué son las artralgias?

Artralgias se definen como cualquier molestia o dolor articular. Las artralgias se deben a: 

  • Efectos secundarios de determinados tratamientos de quimioterapia para el cáncer y medicamentos como paclitaxel, bleomicina, cladribina, L-asparaginasa y modificadores de la respuesta biológica (como filgrastim, pegfilgrastim, sargramostim)

Otras causas de dolor articular incluyen:

  • Artritis reumatoidea (AR): Una enfermedad inflamatoria que implica muchas articulaciones. Se la conoce como una enfermedad autoinmunitaria, que significa que el sistema inmunitario contribuye al dolor. 
  • Osteoartritis (OA): Una enfermedad inflamatoria con dolor y rigidez en muchas articulaciones. Es relativamente común, con una duración menor de 30 minutos durante el día, después de levantarse. Muchas personas con OA se quejan de rigidez durante la mañana. 
  • Medicamentos: Determinados medicamentos pueden provocar dolor articular como efecto secundario. El dolo articular usualmente se alivia al interrumpir los medicamentos. 
  • Infecciones en las articulaciones 
  • Otras afecciones inflamatorias, como gota (acumulación en depósitos de cristales de ácido úrico en las articulaciones) o lupus

¿Cuáles son algunos de los síntomas de artralgia que deben vigilarse para su diagnóstico??

  • Puede sufrir hinchazón y enrojecimiento de las articulaciones con dolor o dolor en una zona específica, como dolor de espalda. Este dolor puede ser leve o grave. El dolor puede durar unos pocos minutos o ser constante. 
  • Puede tener fiebre o escalofríos, si tiene una infección
  • Puede tener dolor muscular y articular.
  • Puede sentirse demasiado cansado o muy débil (fatigado). Es posible que le cueste realizar cualquier actividad normal.
  • Puede sentirse deprimido si tiene dolor constante.

Qué puede hacer para minimizar la artralgia:

Escriba un diario con registros del dolor. Si experimenta dolor por cualquier motivo, su proveedor de atención médica le hará determinadas preguntas para determinar la causa del dolor. Se puede incluir:

  • Inicio: ¿Cuándo comenzó el dolor? ¿Qué estaba haciendo cuando comenzó el dolor? 
  • Calidad  : ¿Cómo es el dolor? ¿Se siente como una puntada y es agudo, o es sordo y constante? 
  • Ubicación: ¿Dónde siente el dolor? ¿Puede señalar el lugar exacto donde lo siente, o abarca todo un área? 
  • Intensidad ¿Cuán grave es el dolor permanente? ¿Cuán intenso es cuando realiza determinadas actividades que le hacen sentir dolor, en una escala del 1 a 10, donde el número "10" es el mayor dolor que puede imaginar? 
  • Duración: ¿Cuánto tiempo duró el dolor? ¿Duró sólo hasta que llegó a la puerta, o siguió sintiéndolo durante un tiempo?
  • Carácter: ¿el dolor aparece y desaparece cada vez que realiza determinada actividad, o es impredecible?
  • Factores aliviantes: ¿Qué puede hacer para que el dolor desaparezca? ¿Hay algo que lo alivie? ¿Qué ha usado anteriormente que le haya dado buenos resultados? ¿Sigue dándole buenos resultados? 
  • ¿Cuál es su estado de ánimo? ¿está deprimido o siente ansiedad? ¿Eso hace que el dolor aumente? 
  • Si ya tiene un origen o causa del dolor, es importante que siga las recomendaciones del proveedor de atención médica. Además, registre el dolor y el progreso en un diario.
  • Puede ser necesario que las personas con dolor que no practiquen respiración profunda hagan circular el aire desde el fondo de los pulmones hacia fuera (oxigenación), para prevenir desarrollar una infección y neumonía. Usar un espirómetro de incentivo durante 15 minutos, dos veces al día, puede ayudar a promover la oxigenación.
  • La terapia física es importante. Intente ejercitar, lo que tolere, para mantener su nivel de funcionamiento óptimo. El ejercicio, en las personas con problemas óseos, ayudará a promover el fortalecimiento y la remodelación ósea (reparación). Converse con su proveedor de atención médica acerca de cómo crear un programa de ejercicio específico que se adapte a sus necesidades. Asegúrese de ejercitar bajo la supervisión de su proveedor de atención médica. Caminar, nadar o una actividad aeróbica leve puede ayudarlo a bajar el peso y a promover el flujo de oxígeno en los pulmones y la circulación (oxigenación).
  • Si tiene síntomas de dolor de espalda, o dolor debido a problemas óseos, el uso de apoyos o dispositivos de asistencia (como andadores o bastones) puede resultar útil.
  • Si puede ubicar el dolor, especialmente si es muscular, las compresas calientes pueden ser útiles. 
  • Terapia ocupacional (TO): En TO se le puede enseñar la manera de realizar las tareas que normalmente realiza, de manera más efectiva. 
  • Las personas con dolor constante pueden sentirse sumamente cansadas. Para minimizar el cansancio extremo (fatiga) debido al dolor o a la quimioterapia para el cáncer: 
  • Debe preguntarse: ¿Tengo fatiga? De ser así, ¿cuál es la gravedad en una escala del uno al diez? ¿Está afectando mi funcionamiento?
  • Es importante estimar el valor de determinadas actividades. 
  • Si se siente ansioso, use técnicas de relajación para reducir la ansiedad. Ubíquese en un ambiente tranquilo y cierre los ojos. Respire lenta, continua y profundamente, e intente concentrarse en lo que anteriormente lo relajaba. Esto se llama terapia conductual.
  • Participar en grupos de apoyo puede ser útil para conversar con otras personas sobre lo que usted está atravesando. Pregunte a su proveedor de atención médica si conoce grupos de apoyo que puedan resultarle beneficiosos.

Si se le indica un medicamento para tratar este trastorno:

  • No interrumpa los medicamentos, a menos que se lo indique su proveedor de atención médica. 
  • Tome el medicamento exactamente como se le indicó. 
  • No comparta sus pastillas. 
  • Muchos medicamentos para el dolor pueden hacerlo sentirse mareado o somnoliento. No opere maquinaria pesada a menos que sepa cómo lo afectará el medicamento. 
  • Los antiácidos, como Mylanta®, Pepcid®, NexiumTM y otros pueden cambiar la forma de absorción de muchos medicamentos. Si tiene alguna pregunta específica en relación con los medicamentos que se le han indicado, consulte con su proveedor de atención médica. 
  • Si se olvida de tomar una dosis de su medicamento, consulte qué debe hacer a su proveedor de atención médica. 
  • Si experimenta síntomas o efectos secundarios, en especial si son graves, asegúrese de tratarlos con su equipo de atención médica. Ellos pueden prescribir medicamentos y ofrecer otras sugerencias que sean efectivas para manejar esos problemas.
  • Cumpla con todas sus citas de tratamiento.

Fármacos o recomendaciones que su médico puede prescribirle para tratar las artralgias y otro dolor que pueda ser causado o agravado por los tratamientos de quimioterapia: 

  • Si no se le ha realizado un diagnóstico del dolor, su proveedor de atención médica puede indicarle determinadas pruebas o exámenes según el dolor. Estos pueden incluir radiografías, gammagrafías por TAC, estudios óseos o gammagrafías óseas o una IRM. Su proveedor de atención médica puede indicarle exámenes que sean indicados para usted.
  • Según su estado de salud general, su médico puede recomendarle determinados fármacos que pueden ayudarlo a reducir el dolor. Algunos fármacos comunes que se usan para tratar el dolor incluyen:
  • Antibióticos: Si su médico o proveedor de atención médica cree que tiene una infección que ha provocado el dolor articular, puede indicarle antibióticos en comprimidos o intravenosos (IV). Si se le prescriben antibióticos, tómelos todos. No deje de tomarlos una vez que se siente mejor.
  • Anticonvulsivos: Estos medicamentos se usan en el tratamiento del dolor crónico (a largo plazo), relacionado con el dolor nervioso en adultos.
  • En caso de presencia de dolor nervioso en cualquier parte del cuerpo, determinados receptores de dolor pueden formar nuevas terminaciones nerviosas. El umbral de dolor (el punto en que experimenta dolor) relacionado con los nervios puede disminuir. Por lo tanto, puede notar dolor en reposo o durante el movimiento cuando se irritan estas terminaciones nerviosas. 
  • Se desconoce la forma exacta en que los anticonvulsivos, como gabapentina (Neurontin®) actúan para prevenir el dolor nervioso, pero se cree que disminuyen el dolor nervioso en determinados sitios receptores de las células, al reducir la respuesta al dolor nervioso.
  • Se puede hacer referencia a los anticonvulsivos como medicina "complementaria", lo que significa que se los usa con otros medicamentos para que funcionen mejor. Muchos pacientes recibirán un analgésico opiáceo, además de la gabapentina, como oxicodona o sulfato de morfina. Estos medicamentos actuarán de manera conjunta para controlar mejor el dolor, cada uno de manera diferente.
  • Antidepresivos: Se usan para tratar la depresión y el dolor en adultos. Las personas con dolor durante un período de tiempo prolongado (crónico) pueden sentirse cansadas y deprimidas.
  • Cuando se activan determinadas señales nerviosas empeoran el dolor y provocan más depresión. La serotonina y la norepinefrina con conductores importantes de las señales nerviosas (neurotransmisores), que se encuentran en el sistema nervioso central (SNC). Los lugares en que estos neurotransmisores funcionan son sumamente importantes. Estos contribuyen con la depresión.. 
  • Los medicamentos, como la venlafaxina (Effexor®) actúan al bloquear la "recaptación" de los neurotransmisores serotonina y norepinefrina, disminuyendo los síntomas depresivos.
  • Corticosteroides : Los corticosteroides actúan al disminuir la inflamación (hinchazón) en muchas partes del cuerpo. Los corticosteroides previenen las infecciones, evitan que los glóbulos blancos (leucocitos polimorfonucleares) de desplacen hacia el área de inflamación en el cuerpo. Esto significa que usted es más propenso a las infecciones mientras recibe corticosteroides.
  • Puede tomar corticosteroides si tiene cáncer diseminado (metastatizado) a la columna, el cerebro o los huesos.
  • Los corticosteroides reducirán la inflamación en las áreas donde se ubican los tumores, lo cual puede disminuir la presión del tumor sobre las terminaciones nerviosas y el dolor.
  • Narcóticos: El sistema nervioso central (SNC) sirve para que el cerebro envíe mensajes al cuerpo en forma oportuna. Es sumamente alerta, en especial cuando experimentamos dolor. Muchos analgésicos narcóticos (medicamentos para el dolor), como el sulfato de morfina y la oxicodona, bloquean estos mensajes.
  • Asegúrese de conversar con su proveedor de atención médica acerca de los efectos secundarios comunes, como estreñimiento, somnolencia, náuseas y vómitos, y cómo controlar estos efectos secundarios.
  • Los agentes antiinflamatorios no esteroideos (NSAID) y el Tylenol ®, como el naproxeno sódico y el ibuprofeno, pueden proporcionar alivio del dolor musculoesquelético.
  • Si debe evitar los fármacos NSAID, debido a su tipo de cáncer o a la quimioterapia que recibe, el acetaminofén (Tylenol®) en dosis de hasta 4000 mg diarios (dos comprimidos extra fuertes cada 6 horas) puede servir de ayuda.
  • Es importante no exceder la dosis diaria recomendada de Tylenol®, dado que puede provocar daño hepático. Hable sobre este tema con su proveedor de atención médica.
  • Su proveedor de atención médica conversará con usted acerca de los tratamientos que son útiles para usted.
  • No interrumpa los medicamentos abruptamente, dado que pueden suceder efectos secundarios graves.

Si cree que padece dolor como resultado de la quimioterapia, las siguientes guías sugieren cuándo llamar al médico o proveedor de atención médica:

Si tiene signos de:

  • Compresión de la médula espinal: La médula espinal controla el movimiento, la sensibilidad y otras funciones importantes. Cuando se comprime la médula espinal y/o sus nervios, es posible que se desarrolle hinchazón (edema) y pueden ocurrir complicaciones graves, que pueden ser permanentes. Si observa:
  • Un dolor alrededor de la cintura o el tórax (radicular)
  • Un nuevo dolor en la espalda y cada vez más severo
  • Entumecimiento y hormigueo en las piernas
  • Debilidad y disminución de la sensibilidad de las extremidades inferiores
  • Incapacidad de controlar el intestino y la vejiga
  • ¡Infórmelo a su médico de inmediato! Si los síntomas empeoran o no mejoran después de 2 días de tratamiento

Nota: Insistimos en recomendarle que hable con su profesional de atención médica acerca de su enfermedad y sus tratamientos específicos. La información incluida en este sitio Web tiene como propósito ser útil e instructiva, y en ningún caso debe considerarse un sustituto del asesoramiento médico.


DOLOR ÓSEO

¿Qué es el dolor óseo y cómo se relaciona con la quimioterapia?

El dolor óseo es la molestia en los huesos.

  • El dolor óseo puede suceder como un efecto secundario de algunos modificadores de la respuesta biológica (p.ej., filgrastim, pegfilgrastim, sargramostim).  
  • Probablemente, el dolor óseo sea un resultado de su enfermedad, dado que generalmente es causado por un daño nervioso, de los tejidos blandos o de los huesos mismos.
  • A veces, las personas con metástasis óseas debido al cáncer de próstata o de mama experimentarán un aumento del dolor óseo al comenzar un tratamiento con algún medicamento de tipo hormonal (p.ej., leuprolido, goserelina, tamoxifen, anastrozol).

El dolor óseo puede ser mayor si experimenta los siguientes síntomas: 

  • La enfermedad se ha diseminado (metastatizado) a los huesos como resultado del cáncer de próstata, mama o pulmón.
  • Tiene tumores óseos o lesiones debido al cáncer.
  • Ha sufrido un traumatismo, como una fractura ósea, debido al cáncer o a una caída.
  • Tiene reducción del tejido óseo (osteoporosis) y sufrió una fractura.
  • Tiene una lesión nerviosa como resultado de una compresión de la médula espinal

Las complicaciones del dolor óseo incluyen: 

  • Compresión de la médula espinal: 
  • Las vértebras están unidas por ligamentos, que forman la columna vertebral.
  • El daño en uno o más de estos huesos puede lesionar la médula espinal y provocar lesiones nerviosas graves. Esto se denomina compresión de la médula espinal.
  • Si experimenta pérdida de la sensibilidad, dolor extremo o incapacidad para caminar, ¡infórmelo a su médico de inmediato!
  • Hipercalcemia: Se la conoce como un aumento en la concentración de calcio. Cuando la concentración de calcio en sangre es muy elevada, pueden suceder determinados problemas. Los síntomas de hipercalcemia pueden incluir:
  • Micción frecuente
  • Falta de apetito
  • Náuseas y vómitos
  • Estreñimiento
  • Debilidad excesiva y fatiga
  • Espasmos musculares
  • Confusión o cambios en el comportamiento
  • Si nota estos síntomas, infórmelo a su proveedor de atención médica de inmediato. 

¿Qué más debo saber acerca del dolor?

  • El dolor puede ser leve o severo. Puede durar unos pocos minutos mientras "aparece y desaparece" o ser constante. 
  • Es posible que pueda ubicar el dolor, en una costilla, la cadera, una pierna o la espalda.
  • Las personas con compresión de la médula espinal (presión en la médula espinal) pueden sentir un dolor alrededor de la cintura, entumecimiento y hormigueo en las piernas, debilidad y disminución de la sensibilidad en las extremidades inferiores y, posteriormente, falta de control intestinal y vesical. Si observa estos síntomas, infórmelo de inmediato a su médico
  • Las personas con un aumento en la concentración de calcio (hipercalcemia) pueden orinar con mayor frecuencia, sufrir estreñimiento, confusión, exceso de sueño y falta de apetito. Debe informar estos síntomas de inmediato.
  • Puede tener fiebre o escalofríos, si tiene una infección.
  • Puede tener dolor muscular y articular.
  • Puede sentirse demasiado cansado o muy débil (fatigado). Es posible que le cueste realizar cualquier actividad normal.
  • Puede sentirse deprimido si el dolor es constante.

Qué puede hacer para reducir al mínimo el dolor óseo:

Escriba un diario con registros del dolor. Si experimenta dolor por cualquier motivo, su proveedor de atención médica le hará determinadas preguntas para determinar la causa del dolor. Se puede incluir:

  • Inicio: ¿Cuándo comenzó el dolor? ¿Qué estaba haciendo cuando comenzó el dolor? 
  • Calidad: ¿Cómo es el dolor? ¿Se siente como una puntada y es agudo, o es sordo y constante? 
  • Ubicación: ¿Dónde siente el dolor? ¿Puede señalar el lugar exacto donde lo siente, o abarca todo un área? 
  • Intensidad ¿Cuán grave es el dolor permanente? ¿Cuán intenso es cuando realiza determinadas actividades que le hacen sentir dolor, en una escala del 1 a 10, donde el número "10" es el mayor dolor que puede imaginar?
  • Duración: ¿Cuánto tiempo duró el dolor? ¿Duró sólo hasta que llegó a la puerta, o siguió sintiéndolo durante un tiempo?
  • Carácter: ¿el dolor aparece y desaparece cada vez que realiza determinada actividad, o es impredecible?
  • Factores aliviantes: ¿Qué puedo hacer para que el dolor desaparezca? ¿Hay algo que lo alivie? ¿Qué ha usado anteriormente que le haya dado buenos resultados? ¿Sigue dándole buenos resultados? 
  • ¿Cuál es su estado de ánimo? ¿está deprimido o siente ansiedad? ¿eso hace que el dolor aumente? 

Si no se le ha realizado un diagnóstico del dolor, su proveedor de atención médica puede indicarle determinadas pruebas o exámenes según el dolor. Estos pueden incluir radiografías, gammagrafías por TAC, estudios óseos o gammagrafías óseas o una IRM. Su proveedor de atención médica puede indicarle exámenes que sean indicados para usted.

Si ya tiene un origen o causa del dolor, es importante que siga las recomendaciones del proveedor de atención médica. Además, registre el dolor y el progreso en un diario.

Mantenga el movimiento intestinal. Las personas doloridas tienden a desplazarse menos, beber menos líquidos y estreñirse debido a los analgésicos que disminuyen el movimiento de los alimentos en el estómago. Esto se trata fácilmente al:

  • Aumentar la ingesta diaria de frutas frescas y fibra. Las ciruelas secas y su jugo pueden funcionar el algunas personas. Es importante que mueva el intestino a diario.
  • Si no lo hace todos los días, su proveedor de atención médica puede recetarle ablandadores de heces y laxantes para ayudar a prevenir el estreñimiento. Diseñe junto con su proveedor de atención médica un régimen adecuado para usted. 
  • Beba de 2 a 3 cuartos de líquido cada 24 horas, a menos que se le haya indicado restringir la ingesta de líquidos. De esta manera se reducirán las posibilidades de deshidratación, que puede producir estreñimiento.
  • Si puede, aumente la actividad.
  • Puede ser necesario que las personas con dolor que no practiquen respiración profunda hagan circular el aire desde el fondo de los pulmones hacia fuera (oxigenación), para prevenir desarrollar una infección y neumonía. Usar un espirómetro de incentivo durante 15 minutos, dos veces al día, puede ayudar a promover la oxigenación.
  • La terapia física es importante. Intente ejercitar, lo que tolere, para mantener su nivel de funcionamiento óptimo. El ejercicio, en las personas con problemas óseos, ayudará a promover el fortalecimiento y la remodelación ósea (reparación). Converse con su proveedor de atención médica acerca de cómo crear un programa de ejercicio específico que se adapte a sus necesidades. Asegúrese de ejercitar bajo la supervisión de su proveedor de atención médica. Caminar, nadar o una actividad aeróbica leve puede ayudarlo a bajar el peso y a promover el flujo de oxígeno en los pulmones y la circulación (oxigenación).
  • Si tiene dolor de espalda, o dolor debido a problemas óseos, el uso de apoyos o dispositivos de asistencia (como andadores o bastones) puede resultar útil.
  • Si puede ubicar el dolor, especialmente si es muscular, las compresas calientes pueden ser útiles. 
  • Terapia ocupacional (TO): En TO se le puede enseñar la manera de realizar las tareas que normalmente realiza, de manera más efectiva. 
  • Las personas con dolor constante pueden sentirse sumamente cansadas. Para minimizar el cansancio extremo (fatiga) debido al dolor o a la quimioterapia para el cáncer: 
  • Debe preguntarse: ¿Tengo fatiga? De ser así, ¿cuál es la gravedad en una escala del 1 al 10? ¿Está afectando mi funcionamiento?
  • Es importante estimar el valor de determinadas actividades. 
  • Si se siente ansioso, use técnicas de relajación para reducir la ansiedad. Ubíquese en un ambiente tranquilo y cierre los ojos. Respire lenta, continua y profundamente, e intente concentrarse en lo que anteriormente lo relajaba. Esto se llama terapia conductual.
  • Participar en grupos de apoyo puede ser útil para conversar con otras personas sobre lo que usted está atravesando. Pregunte a su proveedor de atención médica si conoce grupos de apoyo que puedan resultarle beneficiosos.
  • Si se le indica un medicamento para tratar este trastorno:
  • No interrumpa los medicamentos, a menos que se lo indique su proveedor de atención médica. 
  • Tome el medicamento exactamente como se le indicó. 
  • No comparta sus pastillas. 
  • Muchos medicamentos para el dolor pueden hacerlo sentirse mareado o somnoliento. No opera maquinaria pesada a menos que sepa cómo lo afectará el medicamento. 
  • Los antiácidos, como Mylanta®, Pepcid®, NexiumTM y otros pueden cambiar la forma de absorción de muchos medicamentos. Si tiene alguna pregunta específica en relación con los medicamentos que se le han indicado, consulte con su proveedor de atención médica. 
  • Si se olvida de tomar una dosis de su medicamento, consulte qué hacer con su proveedor de atención médica. 
  • Si experimenta síntomas o efectos secundarios, en especial si son graves, asegúrese de tratarlos con su equipo de atención médica. Ellos pueden prescribir medicamentos y ofrecer otras sugerencias que sean efectivas para tratar esos problemas.
  • Cumpla con todas sus citas de tratamiento.

Si se le indica un medicamento para tratar este trastorno:

Según su estado de salud general, su médico puede recomendarle determinados fármacos que pueden ayudarlo a reducir el dolor. Algunos fármacos comunes que se usan para tratar el dolor óseo incluyen:

  • Antibióticos: Si su médico o proveedor de atención médica cree que tiene una infección (como osteomielitis) que ha provocado el dolor óseo, puede indicarle antibióticos en su presentación en comprimidos o intravenosos (IV). Si se le prescriben antibióticos, tómelos todos. No deje de tomarlos una vez que se siente mejor.
  • Anticonvulsivos: Estos medicamentos se usan en el tratamiento del dolor crónico (a largo plazo), relacionado con el dolor nervioso en adultos.
  • En caso de presencia de dolor nervioso en cualquier parte del cuerpo, determinados receptores de dolor pueden formar nuevas terminaciones nerviosas. El umbral de dolor (el punto en que experimenta dolor) relacionado con los nervios puede disminuir. Por lo tanto, puede notar dolor en reposo o durante el movimiento cuando se irritan estas terminaciones nerviosas. 
  • Se desconoce la forma exacta en que los anticonvulsivos, como gabapentina ·(Neurontin®) actúan para prevenir el dolor nervioso, pero se cree que disminuyen el dolor nervioso en determinados sitios receptores de las células, al reducir la respuesta al dolor nervioso.
  •  Anticonvulsivos Se los puede llamar medicina "complementaria", lo que significa que se los usa con otros medicamentos para que funcionen mejor. Muchos pacientes recibirán un analgésico narcótico, además de la gabapentina, como oxicodona o sulfato de morfina. Estos medicamentos actuarán de manera conjunta para controlar mejor el dolor, cada uno de manera diferente.
  • Antidepresivos: Se usan para tratar la depresión y el dolor en adultos. Las personas con dolor durante un período de tiempo prolongado (crónico) pueden sentirse cansadas y deprimidas.
  • Cuando se activan determinadas señales nerviosas empeoran el dolor y provocan más depresión. La serotonina y la norepinefrina con conductores importantes de las señales nerviosas (neurotransmisores), que se encuentran en el sistema nervioso central (SNC). Los lugares en que estos neurotransmisores funcionan son sumamente importantes. Estos contribuyen con la depresión.. 
  • Los medicamentos, como la venlafaxina (Effexor®) actúan al bloquear la "recaptación" de los neurotransmisores serotonina y norepinefrina, disminuyendo los síntomas depresivos.
  • Bisfosfonatos: Las células cancerosas pueden extenderse hasta el hueso y secretar (producir) sustancias que hacen que otras células del hueso, llamadas osteoclastos, se disuelvan o "desgasten " una porción de éste. Estos tumores o lesiones debilitan al hueso y pueden producir complicaciones. Algunas de las complicaciones de esta descomposición ósea son dolor óseo, fracturas y, con menor frecuencia, hipercalcemia (aumento en el nivel de calcio en sangre).
  • Los bisfosfonatos, como pamidronato (Aredia®) y zoledronato·(Zometa®) pueden usarse para tratar la hipercalcemia (alta concentración de calcio en la sangre) y reducir el dolor. Es posible reducir el dolor al:
  • Prevenir la destrucción o el daño óseo.
  • Prevenir el desgaste óseo.
  • Qué también evitará que sucedan fracturas o quebraduras.
  • Corticosteroides : Los corticosteroides actúan al disminuir la inflamación (hinchazón) en muchas partes del cuerpo. Los corticosteroides previenen las infecciones, evitan que los glóbulos blancos (leucocitos polimorfonucleares) de desplacen hacia el área de inflamación en el cuerpo. Esto significa que usted es más propenso a las infecciones mientras recibe corticosteroides.
  • Puede tomar corticosteroides si tiene cáncer diseminado (metastatizado) a la columna, el cerebro o los huesos.
  • Los corticosteroides reducirán la inflamación en las áreas donde se ubican los tumores, lo cual puede disminuir la presión del tumor sobre las terminaciones nerviosas y el dolor.
  • Narcóticos: El sistema nervioso central (SNC) sirve para que el cerebro envíe mensajes al cuerpo en forma oportuna. Es sumamente alerta, en especial cuando experimentamos dolor. Muchos analgésicos narcóticos (medicamentos para el dolor), como el sulfato de morfina y la oxicodona, bloquean estos mensajes.
  • Asegúrese de conversar con su proveedor de atención médica acerca de los efectos secundarios comunes, como estreñimiento, somnolencia, náuseas y vómitos, y cómo controlar estos efectos secundarios.
  • Agentes antiinflamatorios no esteroideos (NSAID) y Tylenol®. Si se le indica un medicamento para tratar este trastorno, como naproxeno sódico e ibuprofeno, estos pueden aliviar el dolor musculoesquelético.
  • Si debe evitar los fármacos NSAID, debido a su tipo de cáncer o a la quimioterapia que recibe, el acetaminofén (Tylenol®) en dosis de hasta 4000 mg diarios (dos comprimidos extra fuertes cada 6 horas) puede servir de ayuda.
  • Es importante no exceder la dosis diaria recomendada de Tylenol®, dado que puede provocar daño hepático. Hable sobre este tema con su proveedor de atención médica.
  • Su proveedor de atención médica conversará con usted acerca de los tratamientos que son útiles para usted.
  • No interrumpa los medicamentos abruptamente, dado que pueden suceder efectos secundarios graves.

Si cree que padece dolor óseo como resultado de la quimioterapia, las siguientes guías sugieren cuándo llamar al médico o proveedor de atención médica:

  • Si el dolor no mejora dentro de los 2 días de tratamiento.
  • Si sospecha de:
  • Compresión de la médula espinal: La médula espinal controla el movimiento, la sensibilidad y otras funciones importantes. Cuando se comprime la médula espinal y sus nervios, es posible que se desarrolle hinchazón (edema) y pueden ocurrir complicaciones graves, que pueden ser permanentes. Si observa:
  • Un dolor alrededor de la cintura o el tórax (radicular)
  • Un nuevo dolor en la espalda grave y más fuerte
  • Entumecimiento y hormigueo en las piernas
  • Debilidad y disminución de la sensibilidad de las extremidades inferiores
  • Incapacidad de controlar el intestino y la vejiga·
  • ¡Infórmelo a su médico de inmediato! Si los síntomas empeoran o no mejoran después de 2 días de tratamiento
  • Hipercalcemia: Se la conoce como un aumento en la concentración de calcio. Cuando la concentración de calcio en sangre es muy elevada, pueden suceder determinados problemas. Los síntomas de hipercalcemia pueden incluir:
  • Micción frecuente.
  • Falta de apetito. Náuseas y vómitos.
  • Estreñimiento.
  • Debilidad excesiva y fatiga.
  • Espasmos musculares.
  • Confusión o cambios en el comportamiento.
  • Si nota estos síntomas, infórmelo a su proveedor de atención médica de inmediato.

Nota: Insistimos en recomendarle que hable con su profesional de atención médica acerca de su enfermedad y sus tratamientos específicos. La información incluida en este sitio Web tiene como propósito ser útil e instructiva, y en ningún caso debe considerarse un sustituto del asesoramiento médico.

MIALGIAS (DOLOR MUSCULAR)

¿Qué son las mialgias?

Una mialgia se puede definir como un dolor muscular. Las mialgias pueden ser un dolor profundo, constante y sordo, o un dolor agudo y esporádico. Las mialgias suelen ser el resultado de:

  • Medicamentos: Determinados medicamentos de quimioterapia pueden provocar mialgias y dolor articular (artralgias), que suelen terminar al interrumpir el medicamento. Estos pueden incluir terapias biológicas (como interferón o aldesleuquina) o factores de crecimiento (como filgrastim). Determinados tipos de quimioterapia, como paclitaxel, también pueden causar mialgias.
  • Otras causas posibles de mialgias son:
  • Infecciones: Una infección en la sangre, que produce fiebre, puede causar dolor muscular. También puede tener una infección o inflamación de uno de los grupos musculares, que puede provocar dolor.
  • Uso muscular prolongado: Usualmente con el ejercicio o con movimientos a los que el cuerpo no está acostumbrado.
  • Otras afecciones inflamatorias, como fibromialgia (un síndrome caracterizado por dolor muscular generalizado, falta de sueño, cefaleas y depresión) o polimialgia reumática (PMR).

¿Cuáles son algunos de los síntomas del diagnóstico de las mialgias?

  • Puede tener dolor muscular en un área localizada o el dolor puede ser más generalizado. El dolor puede ser sordo o agudo.
  • Este dolor puede ser leve o severo. El dolor puede durar unos pocos minutos o ser constante. 
  • Puede tener fiebre o escalofríos, si tiene una infección
  • Puede tener dolor muscular y articular.
  • Puede sentirse demasiado cansado o muy débil (fatigado). Es posible que le cueste realizar cualquier actividad normal.
  • Puede sentirse deprimido si el dolor es constante

Qué puede hacer para reducir al mínimo los efectos de las mialgias:

Escriba un diario con registros del dolor. Si experimenta dolor por cualquier motivo, su proveedor de atención médica le hará determinadas preguntas para determinar la causa del dolor. Se puede incluir:

  • Inicio: ¿Cuándo comenzó el dolor? ¿Qué estaba haciendo cuando comenzó el dolor? 
  • Calidad: ¿Cómo es el dolor? ¿Se siente como una puntada y es agudo, o es sordo y constante? 
  • Ubicación: ¿Dónde siente el dolor? ¿Puede señalar el lugar exacto donde lo siente, o abarca todo un área? 
  • Intensidad ¿Cuán grave es el dolor todo el tiempo? ¿Cuán intenso es cuando realiza determinadas actividades que le hacen sentir dolor, en una escala del 1 a 10, donde el número "10" es el mayor dolor que puede imaginar? 
  • Duración: ¿Cuánto tiempo duró el dolor? ¿Duró sólo hasta que llegó a la puerta, o siguió sintiéndolo durante un tiempo?
  • Carácter: ¿el dolor aparece y desaparece cada vez que realiza determinada actividad, o es impredecible?
  • Factores aliviantes: ¿Qué puede hacer para que el dolor desaparezca? ¿Hay algo que lo alivie? ¿Qué ha usado anteriormente que le haya dado buenos resultados? ¿Sigue dándole buenos resultados? 
  • ¿Cuál es su estado de ánimo? ¿está deprimido o siente ansiedad? ¿Eso hace que el dolor aumente?

Si no se le ha realizado un diagnóstico del dolor, su proveedor de atención médica puede indicarle determinadas pruebas o exámenes según el dolor. Estos pueden incluir radiografías, gammagrafías por TAC, estudios óseos o gammagrafías óseas o una IRM. Su proveedor de atención médica puede indicarle exámenes que sean indicados para usted.

Si ya tiene un origen o causa del dolor, ya sea la quimioterapia u otra causa, es importante que siga las recomendaciones del proveedor de atención médica. Además, registre el dolor y el progreso en un diario.

Mantenga el movimiento intestinal. Las personas doloridas tienden a desplazarse menos, beber menos líquidos y estreñirse debido a los analgésicos que disminuyen el movimiento de los alimentos en el estómago. Esto se trata fácilmente al: 

  • Aumentar la ingesta diaria de frutas frescas y fibra. Las ciruelas secas y su jugo pueden funcionar el algunas personas. Es importante que mueva el intestino a diario.
  • Si no lo hace todos los días, su proveedor de atención médica puede prescribirle ablandadores de heces y laxantes para ayudar a prevenir el estreñimiento. Diseñe junto con su proveedor de atención médica un régimen adecuado para usted. 
  • Beba de 2 a 3 cuartos de líquido cada 24 horas, a menos que se le haya indicado restringir la ingesta de líquidos. De esta manera se reducirán las posibilidades de deshidratación, que puede producir estreñimiento.
  • Si puede, aumente la actividad.
  • Puede ser necesario que las personas con dolor que no practiquen respiración profunda hagan circular el aire desde el fondo de los pulmones hacia fuera (oxigenación), para prevenir desarrollar una infección y neumonía. Usar un espirómetro de incentivo durante 15 minutos, dos veces al día, puede ayudar a promover la oxigenación.
  • La terapia física es importante. Intente ejercitar, lo que tolere, para mantener su nivel de funcionamiento óptimo. El ejercicio, en las personas con problemas óseos, ayudará a promover el fortalecimiento y la remodelación ósea (reparación). Converse con su proveedor de atención médica acerca de cómo crear un programa de ejercicio específico que se adapte a sus necesidades. Asegúrese de ejercitar bajo la supervisión de su proveedor de atención médica. Caminar, nadar o una actividad aeróbica suave puede ayudarlo a bajar el peso y a promover el flujo de oxígeno en los pulmones y la circulación (oxigenación).
  • Si tiene dolor de espalda, o dolor debido a problemas óseos, el uso de apoyos o dispositivos de asistencia (como andadores o bastones) puede resultar útil.
  • Si puede ubicar el dolor, especialmente si es muscular, las compresas calientes pueden ser útiles. Los baños calientes también pueden ser útiles para aliviar los dolores musculares. 
  • Terapia ocupacional (TO): En TO se le puede enseñar la manera de realizar las tareas que normalmente realiza, de manera más efectiva. 
  • Las personas con dolor constante con frecuencia pueden sentirse sumamente cansadas. Para reducir al mínimo el cansancio extremo (fatiga) debido al dolor o a la quimioterapia para el cáncer: 
  • Debe preguntarse: ¿Tengo fatiga? De ser así, ¿cuál es la gravedad en una escala del uno al diez? ¿Está afectando mi funcionamiento?
  • Es importante estimar el valor de determinadas actividades. 
  • Si se siente ansioso, use técnicas de relajación para reducir la ansiedad. Ubíquese en un ambiente tranquilo y cierre los ojos. Respire lenta, continua y profundamente, e intente concentrarse en lo que anteriormente lo relajaba. Esto se llama terapia conductual.
  • Participar en grupos de apoyo puede ser útil para conversar con otras personas sobre lo que usted está atravesando. Pregunte a su proveedor de atención médica si conoce grupos de apoyo que puedan resultarle beneficiosos.
  • Si se le indica un medicamento para tratar este trastorno:
  • No interrumpa los medicamentos, a menos que se lo indique su proveedor de atención médica. 
  • Tome el medicamento exactamente como se le indicó. 
  • No comparta sus pastillas. 
  • Muchos medicamentos para el dolor pueden hacerlo sentirse mareado o somnoliento. No opere maquinaria pesada a menos que sepa cómo lo afectará el medicamento. 
  • Los antiácidos, como Mylanta®, Pepcid®, NexiumTM y otros pueden cambiar la forma de absorción de muchos medicamentos. Si tiene alguna pregunta específica en relación con los medicamentos que se le han indicado, consulte con su proveedor de atención médica. 
  • Si se olvida de tomar una dosis de su medicamento, consulte qué hacer a su proveedor de atención médica. 
  • Si experimenta síntomas o efectos secundarios, en especial si son severos, asegúrese de tratarlos con su equipo de atención médica. Ellos pueden prescribir medicamentos y ofrecer otras sugerencias que sean efectivas para tratar esos problemas.
  • Cumpla con todas sus citas de tratamiento.

Fármacos que su médico puede prescribir para reducir al mínimo los efectos de las mialgias:

Si el dolor muscular fue provocado por un medicamento o tratamiento, interrumpir dicho medicamento puede aliviar la molestia. 

Si experimenta mialgias, según su estado de salud general, su médico puede recomendarle determinados fármacos que pueden ayudarlo a reducir el dolor muscular. Algunos fármacos que comúnmente se usan para tratar el dolor incluyen:

  • Antibióticos: Si su médico o proveedor de atención médica cree que tiene una infección que ha provocado el dolor muscular, puede indicarle antibióticos en comprimidos o intravenosos (IV). Si se le prescriben antibióticos, tómelos todos. No deje de tomarlos una vez que se siente mejor.
  • Antidepresivos: Se usan para tratar la depresión y el dolor en adultos. Las personas con dolor durante un período de tiempo prolongado (crónico) pueden sentirse cansadas y deprimidas.
  • Cuando se activan determinadas señales nerviosas empeoran el dolor y provocan más depresión. La serotonina y la norepinefrina con conductores importantes de las señales nerviosas (neurotransmisores), que se encuentran en el sistema nervioso central (SNC). Los lugares en que estos neurotransmisores funcionan son sumamente importantes. Estos contribuyen con la depresión. 
  • Los medicamentos, como la venlafaxina (Effexor®) actúan al bloquear la "recaptación" de los neurotransmisores serotonina y norepinefrina, disminuyendo los síntomas depresivos.
  • Corticosteroides : Los corticosteroides actúan al disminuir la inflamación (hinchazón) en muchas partes del cuerpo. Los corticosteroides previenen las infecciones, evitan que los glóbulos blancos (leucocitos polimorfonucleares) de desplacen hacia el área de inflamación en el cuerpo. Esto significa que usted es más propenso a las infecciones mientras recibe corticosteroides.
  • Se le pueden indicar corticosteroides si las mialgias son el resultado de una inflamación. 
  • Los corticosteroides reducirán la inflamación en las áreas donde se ubican los tumores, lo cual puede disminuir la presión del tumor sobre las terminaciones nerviosas y el dolor.
  • Narcóticos: El sistema nervioso central (SNC) sirve para que el cerebro envíe mensajes al cuerpo en forma oportuna. Es sumamente alerta, en especial cuando experimentamos dolor. Muchos analgésicos narcóticos (medicamentos para el dolor), como el sulfato de morfina y la oxicodona, bloquean estos mensajes.
  • Asegúrese de conversar con su proveedor de atención médica acerca de los efectos secundarios comunes, como estreñimiento, somnolencia, náuseas y vómitos, y cómo controlar estos efectos secundarios.
  • Los agentes antiinflamatorios no esteroideos (NSAID) y el Tylenol ®, como el naproxeno sódico y el ibuprofeno, pueden proporcionar alivio del dolor musculoesquelético.
  • Si debe evitar los fármacos NSAID, debido a su tipo de cáncer o a la quimioterapia que recibe, el acetaminofén (Tylenol®) en dosis de hasta 4000 mg diarios (dos comprimidos extra fuertes cada 6 horas) puede servir de ayuda.
  • Es importante no exceder la dosis diaria recomendada de Tylenol®, dado que puede provocar daño hepático. Hable sobre este tema con su proveedor de atención médica.
  • Su proveedor de atención médica conversará con usted acerca de los tratamientos que son útiles para usted.
  • No interrumpa los medicamentos abruptamente, dado que pueden suceder efectos secundarios graves.

Si cree que sufre mialgias como resultado de la quimioterapia, las siguientes guías sugieren cuándo llamar al médico o proveedor de atención médica:

  • Si los síntomas empeoran o no mejoran después de 2 días de tratamiento.
  • Si sospecha de:
  • Compresión de la médula espinal: La médula espinal controla el movimiento, la sensibilidad y otras funciones importantes. Cuando se comprime la médula espinal y sus nervios, es posible que se desarrolle hinchazón (edema) y pueden ocurrir complicaciones graves, que pueden ser permanentes. Si observa:
  • Un dolor alrededor de la cintura o el tórax (radicular)
  • Un nuevo dolor en la espalda cada vez más severo
  • Entumecimiento y hormigueo en las piernas
  • Debilidad y disminución de la sensibilidad de las extremidades inferiores
  • Incapacidad de controlar el intestino y la vejiga.
  • ¡Infórmelo a su médico de inmediato! Si los síntomas empeoran o no mejoran después de 2 días de tratamiento
  • Hipercalcemia: Se la conoce como un aumento en la concentración de calcio. Cuando la concentración de calcio en sangre es muy elevada, pueden suceder determinados problemas. Los síntomas de hipercalcemia pueden incluir:
  • Micción frecuente.
  • Falta de apetito.
  • Náuseas y vómitos.
  • Estreñimiento.
  • Debilidad excesiva y fatiga.
  • Espasmos musculares.
  • Confusión o cambios en el comportamiento.
  • Si nota estos síntomas, infórmelo a su proveedor de atención médica de inmediato. 

Nota: Insistimos en recomendarle que hable con su profesional de atención médica acerca de cualquier dolor que experimente, ya sea que cree que la quimioterapia es la causa o no. También insistimos en recomendarle que hable acerca de su afección médica y sus tratamientos específicos. La información incluida en este sitio Web tiene como propósito ser útil e instructiva, y en ningún caso debe considerarse un sustituto del asesoramiento médico. 

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