¿Qué es una infección?
Una infección se define como el proceso por el cual ingresan gérmenes a una parte
susceptible del cuerpo y se multiplican, provocando una enfermedad. La infección
es un problema común en las personas con cáncer, quienes se encuentran en mayor
riesgo de contraerla, ya que:
- La enfermedad subyacente, como por ejemplo la leucemia o el linfoma, afecta las
defensas normales del cuerpo contra las infecciones.
- Los efectos secundarios del tratamiento interfieren con las defensas naturales del
cuerpo contra las infecciones.
Entre las defensas del cuerpo contra las infecciones se encuentran las siguientes:
Órganos que forman parte del sistema inmunitario:
- Piel y membranas mucosas: La piel es el órgano más extenso
del cuerpo y nuestra primera línea de defensa contra las infecciones. Cualquier
herida en la piel es una posible zona de infección.
- Por ejemplo: el área quirúrgica o el lugar donde se inserta el catéter IV son susceptibles
a las infecciones.
- Timo: Es un pequeño órgano glandular ubicado detrás de la
parte superior del esternón. Está formado principalmente por tejido linfático
y sirve como lugar de almacenamiento de linfocitos T del sistema inmunitario
- Bazo: Está ubicado en la parte superior izquierda del abdomen. Su
función es la de combatir infecciones, al filtrar organismos extraños, eliminar
células viejas o anómalas y ayudar a la producción de algunos tipos de leucocitos. Si
resulta afectado, el bazo puede extirparse, aunque esto podría reducir su resistencia
a las infecciones.
- Ganglios linfáticos: Son pequeños grupos de células que combaten
infecciones y que se encuentran agrupados en racimos siguiendo los grandes vasos
sanguíneos. Hay cientos de ganglios linfáticos en todo el cuerpo. Estos ganglios
filtran el líquido linfático y eliminan las sustancias extrañas, como las bacterias,
que quedan atrapadas en su estructura similar a una red. Una vez allí, son
destruidas por las células que combaten las infecciones, como los macrófagos, anticuerpos
y linfocitos T.
- Médula ósea: Se encuentra en el interior de los huesos del cuerpo,
particularmente de los huesos de la columna, las costillas, el esternón, la pelvis,
los brazos y los muslos. Es el principal lugar donde se producen células sanguíneas.
- Células del sistema inmunitario que combaten las infecciones: En
particular, los leucocitos (glóbulos blancos). Hay cinco tipos de leucocitos: linfocitos
(linfocitos B y T), macrófagos, basófilos, eosinófilos y neutrófilos. Cuando
el número de leucocitos es bajo, el riesgo de infección es mayor.
- El nivel del riesgo de infección depende de varios factores:
- A cuánto desciende en recuento de leucocitos
- Cuánto tiempo permanece bajo el número de leucocitos
- Qué tipo de leucocitos están bajos
- Un indicador de la medida del riesgo de infección es el recuento absoluto de neutrófilos
(ANC, por sus siglas en inglés). El ANC se calcula multiplicando el total de
leucocitos por el porcentaje de neutrófilos (también llamados neutrófilos segmentados,
células polimorfonucleares o PMN).
Total de leucocitos x % neutrófilos* = ANC
* Los neutrófilos pueden venir indicados en los análisis clasificados en neutrófilos
segmentados y en banda (una banda es una forma de neutrófilo segmentado un tanto
menos madura de un segmento). En este caso, se agrega el porcentaje de segmentados
al porcentaje de bandas y se multiplica por el número total de leucocitos.
(% de netrófilos en bandas + % netrófilos segmentados) x total de leucocito = ANC
Riesgo de infección con base en el recuento absoluto de neutrófilos (ANC, por sus
siglas en inglés)
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ANC mayor que 1500
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No hay aumento del riesgo de infección
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ANC 1000-1500
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Leve aumento del riesgo de infección
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ANC 500-1000
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Aumento moderado del riesgo de infección
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ANC 100-500
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Riesgo de infección elevado
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ANC menor que 100
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Riesgo de infección extremadamente alto
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Dado que se conoce cuáles son los fármacos y las enfermedades que pueden reducir
el nivel de defensas normales del cuerpo contra las infecciones y los tipos de infecciones
que los pacientes tienen más probabilidades de contraer, la mayoría de las infecciones
pueden prevenirse y con frecuencia se pueden tratar.
Si se tiene un recuento de leucocitos bajo, es posible que NO se tengan los síntomas
y signos habituales que pueden observarse cuando se desarrolla una infección, como
por ejemplo:
- Enrojecimiento
- Inflamación
- Formación de pus (en el área de una lesión o incisión)
- Tos
- Esputo
- Drenaje nasal (a causa de una infección sinusal o respiratoria)
Por lo tanto, es sumamente importante estar alerta a cualquier cambio en la manera
cómo se siente, e informar y explicar a su médico o enfermera cómo se siente.
Qué puede hacer para controlar una infección:
Necesidades de aprendizaje: Es necesario que conozca información
importante acerca de las infecciones y de qué relación guardan con los tratamientos
que usted recibe. Esta información incluye:
- Qué hacer para reducir sus posibilidades de contraer una infección.
- Signos y síntomas de las infecciones.
- En qué circunstancias existen mayores probabilidades de que suceda una infección.
- Cómo tratar una infección, en caso de contraerla.
Su proveedor de atención médica le informará cuando reciba un tratamiento que pueda
provocar una disminución en su número de leucocitos. Puede preguntarle cuándo es
más probable que los glóbulos blancos alcancen su punto más bajo (nadir). Esto
le permitirá saber cuándo su cuerpo tendrá menor capacidad para combatir las infecciones.
Prevención de infecciones: Es imposible evitar
por completo las infecciones. Sin embargo, hay ciertas cosas que usted puede
hacer para reducir el riesgo de padecer una infección.
Usted es más propenso a sufrir una infección bacteriana de 7 a 12 días después de
la infusión de quimioterapia si su recuento de leucocitos es bajo. La mayoría
de los tipos de infecciones bacterianas son el resultado de la incapacidad del cuerpo
para combatir las bacterias normalmente presentes en el tracto digestivo o en la
piel. Normalmente, no se contrae una infección bacteriana sólo por estar en un lugar
lleno de gente. Sin embargo, las infecciones virales, como el resfriado común
y la gripe, se transmiten fácilmente de una persona a otra.
Para ayudar a reducir el riesgo de contraer una infección:
- En general, no tiene por qué abstenerse de visitar lugares públicos. De ser
posible, evite los lugares muy concurridos durante la época del año más propensa
al contagio de resfriados y gripes. Utilizar una máscara no ofrece mucha protección
contra infecciones, por lo que es mejor evitar el contacto cercano con personas
que tengan tos y estornudos.
- Lávese las manos con frecuencia. Por ejemplo:
- Después de dar la mano a muchas personas
- Antes de preparar comida
- Después de tocar carne cruda, como pollo o filetes
- Antes de comer
- Después de ir al baño
- Después de cambiar un pañal de bebé
- Después de tener contacto directo con una persona muy joven o muy anciana
- Después de tocar animales como perros o gatos
- Lávese las manos correctamente para minimizar el riesgo de infecciones:
- En primer lugar, busque una toalla para secarse las manos; es mejor utilizar toallas
de papel, ya que son desechables (los gérmenes que transportan infecciones pueden
alojarse en una toalla húmeda). Retire la toalla de papel antes de lavarse
las manos y evite tocar el botón o el contenedor con las manos limpias. Colóquese
la toalla debajo del brazo hasta que esté listo para usarla.
- Lávese las manos con agua. Lo mejor es utilizar tibia. El agua caliente
puede resecarle la piel y provocarle picazón.
- Colóquese jabón en las manos. El jabón líquido es mejor, ya que en la pastilla
de jabón puede haber gérmenes que provoquen infecciones. Puede utilizar pastillas
de jabón, siempre que las deje secar entre uso y uso.
- Frótese las manos durante 10 ó 15 segundos o hasta que se haya quitado la suciedad. Para
dejar sus manos completamente limpias, debe lavarse entre los dedos, el dorso de
la manos y los pulgares, así como debajo de las uñas. Si no se lava de esta manera,
es posible que no elimine todos los gérmenes que puedan causar infecciones.
- Enjuáguese las manos con agua tibia. Asegúrese de enjuagarse entre los dedos
y debajo de los anillos. Si no retira todo el jabón, podría provocar picazón
en la piel.
- Séquese las manos con una toalla de papel suave. Séquese dándose ligeros golpecitos,
ya que frotarlas podría provocar daños en la piel. Si usa un secador de manos
automático de aire caliente, presione el botón con el codo.
- Utilice la toalla para cerrar el grifo de agua. (De esta manera evitará que los
gérmenes del grifo pasen a sus las manos limpias.)
- Dúchese o báñese todos los días para mantener su cuerpo limpio. Si tiene la
piel seca, use una loción o un aceite para humectarla y evitar que se agriete.
- Evite sufrir lesiones; incluso los cortes o rasguños pequeños pueden ser un punto
susceptible de infectarse.
- Utilice zapatos y zapatillas que protejan sus pies de lesiones e infecciones.
Cuidado de la boca:
- Mantenga la boca limpia cepillándose los dientes dos veces al día. Utilice
un cepillo de cerdas suaves y un enjuague bucal que no contengan alcohol. No
use hilo dental. Consulte a su profesional de atención médica antes de hacerse
cualquier tratamiento dental.
- Para ayudar a tratar y prevenir las llagas en la boca, utilice un cepillo de dientes
de cerdas suaves y enjuáguese la boca tres veces al día con una solución de 1/2
a 1 cucharadita de bicarbonato de sodio y/o de 1/2 a 1 cucharadita de sal en un
vaso (8 onzas) de agua.
- Evite el estreñimiento y los esfuerzos para evacuar mediante el uso de algún medicamento
que ablande las heces. Beba diariamente 2 cuartos de galón de líquido. Consulte
a su profesional de atención médica antes de utilizar laxantes o enemas.
Seguridad alimentaria:
- Antes y después de preparar cualquier comida, lávese las manos, así como los utensilios
y las superficies, con agua caliente y jabón en especial después de preparar carne,
aves, huevos o mariscos.
- Mantenga la carne, las aves, los huevos y los mariscos crudos retirados de la comida
lista para comer.
- A fin de reducir el riesgo de infección, no coloque los alimentos cocidos en un
plato sin lavar donde antes haya habido carne, aves, huevos o mariscos crudos.
- Cocine bien la comida. Para vigilar la temperatura interna de cocción, utilice
un termómetro para alimentos. Cocine las carnes hasta que dejen de estar rosadas
y los jugos no sean transparentes. Cocine los huevos hasta que estén firmes. Cuando
recaliente salsas y sopas, déjelas hervir.
- No ingiera alimentos crudos tales como sushi, ensalada César o batidos hechos con
huevo crudo, hasta que finalice la quimioterapia y los valores de sus recuentos
sanguíneos indiquen que ha recuperado los niveles adecuados.
- Mantenga los alimentos fríos a la temperatura apropiada. Refrigere o congele
los alimentos que pueden estropearse.
- Refrigere las sobras antes de que hayan transcurrido dos horas y asegúrese de que
la temperatura del refrigerador no sea superior a 40 ºF y que la temperatura del
congelador sea 0 ºF.
- Nunca descongele los alimentos a temperatura ambiente; hágalo siempre en el refrigerador.
- No llene en exceso el refrigerador; es necesario que el aire frío pueda circular
para mantener los alimentos fríos y seguros.
- Lave meticulosamente todas las frutas y los vegetales.
Mascotas:
- No cambie la arena sanitaria de los gatos ni limpie deshechos (orina o heces) de
animales (deje que otra persona se encargue de esta tarea mientras tenga los leucocitos
bajos, ya que entonces es cuando tiene un mayor riesgo de infección).
- Evite el contacto con reptiles como serpientes, lagartos y tortugas debido al riesgo
de salmonelosis.
- Evite limpiar peceras debido a la posible exposición a Mycobacterium marinum.
- Los pájaros, especialmente los importados de otros países, deben tener un certificado
médico de un veterinario.
Labores de jardinería:
- Pueden realizarse labores rutinarias de jardinería y relacionados con el cuidado
de una huerta, siempre que se tomen algunas precauciones contra las infecciones. Evite
por completo los lugares donde se esté colocando o esparciendo abono, heno, tierra,
etc. La inhalación de esporas ambientales, en particular en ambientes húmedos
y oscuros (por ejemplo, donde se apila el compost), puede provocar infecciones y,
por lo tanto, debe evitarse por completo. (Las esporas de Aspergillus abundan
en esas áreas y si se inhalan puede provocar enfermedades graves en una persona
inmunodeprimida.)
- Se deben usar guantes para trabajar con la tierra y el suelo, y es esencial lavarse
muy bien las manos después de quitarse los guantes. Si necesita pasar por áreas
donde es inevitable encontrar esporas de hongos, polvo y suciedad en el aire, es
preferible usar una máscara.
Actividades de acampada, pesca y natación:
- No debe tomarse agua directamente de lagos o ríos cuando se tenga un elevado riesgo
de contraer una infección. Si es necesario, hierva el agua durante un minuto
para eliminar el cryptosporidium y otros microorganismos del agua. La utilización
de un filtro de agua submicrónico para uso personal puede reducir el riesgo de infección. Recuerde
que al nadar puede ingerir agua accidentalmente y aumentar la posibilidad de adquirir
cryptosporidium, incluso en piscinas públicas. Evite las situaciones en las
que pueda inhalar esporas ambientales, particularmente las áreas húmedas y oscuras
(p. ej., donde se apila el compost, hojas en descomposición, etc.). Una vez
más, éstas son áreas en las que abundan esporas de Aspergillus y su inhalación podría
provocar enfermedades graves en una persona inmunodeprimida.
- Las bañeras de hidromasaje con agua caliente, las saunas y otros baños comunes no
son recomendables en términos generales. Las bacterias y otros microorganismos
proliferan en el agua tibia. Sin embargo, si la persona inmunodeprimida tiene
la certeza que la bañera se desinfecta regularmente de acuerdo con las recomendaciones,
no existe ninguna contraindicación que desaconseje su uso.
- No debe practicarse la espeleología (exploración de cuevas) debido a los riesgos de
infección asociados a la exposición al guano de murciélago.
Viajes al exterior: Para las personas inmunodeprimidas
con un riesgo muy elevado de contraer infecciones, este riesgo se magnifica durante
los viajes a países en vías de desarrollo.
- Quienes decidan viajar deben evitar los alimentos y las bebidas que puedan estar
contaminados, en particular las frutas y los vegetales crudos, las carnes y los
mariscos crudos o poco cocidos, el agua de grifo, el hielo hecho con agua de grifo,
la leche y los productos lácteos no pasteurizados y los productos que ofrecen vendedores
ambulantes.
- Entre los alimentos y las bebidas que generalmente son seguros desde el punto de
vista de las infecciones se encuentran los alimentos muy calientes, las frutas a
las que el viajero mismo quite la piel o la cáscara, las bebidas embotelladas (especialmente
las gaseosas), el café y el té caliente, la cerveza, el vino y el agua cuando ha
sido hervida durante un minuto. Aunque el tratamiento del agua con yodo o cloro
no es tan eficaz como hervir el agua, puede usarse este método cuando no sea factible
hervir el agua.
- Generalmente, no se recomienda a los viajeros agentes antimicrobianos profilácticos,
pero su médico puede aconsejarle que lleve consigo determinados medicamentos. La
eficacia de estos agentes depende de los patrones locales de resistencia antimicrobiana,
que raras veces se conocen.
- Consulte con su médico las decisiones, con base en su nivel de riesgo de infección
y en la región y la duración del viaje.
Tareas del hogar:
- Si se siente bien, puede limpiar el polvo, barrer, limpiar ventanas, lavar pisos
y limpiar baños de la forma acostumbrada. Sin embargo, evite limpiar o quitar
el polvo de lugares donde puedan levantarse muchos sedimentos. Use el sentido
común y evite limpiar áreas que no se han tocado desde hace años. (El Aspergillus
vive en el polvo, especialmente en los edificios antiguos.) Póngase guantes
para lavar áreas e inodoros muy sucios.
Construcción y renovación:
- En general, deben evitarse las áreas en construcción o renovación debido a la posibilidad
de que existan hongos o mohos dispersos en el polvo. Si no se puede evitar,
una persona inmunodeprimida puede reducir el riesgo de infección usando un
respirador especial que filtre partículas (máscara, respirador N095 aprobado el
NIOSH) bien ajustado a la cara.
Máscaras:
Hay pocas ocasiones en las que una máscara (respirador N095 con filtro para partículas
aprobado por el NIOSH) resulta apropiada, por ejemplo si la persona inmunodeprimida
debe ingresar a un área en construcción o renovación, o se encuentra expuesta a
ráfagas abundantes de polvo o escombros. Asimismo, si es necesario tener contacto
cercano con otras personas (niños, adultos, etc.) que padecen una infección respiratoria
(resfriado común, gripe, enfermedades infantiles) una máscara reducirá el riesgo
de contraer la infección.
Fármacos que su médico o proveedor de atención médica pueden recetarle o recomendarle:
Pueden administrarse los siguientes medicamentos después de cada ciclo de quimioterapia
para evitar que el nivel de leucocitos baje demasiado y/o durante demasiado tiempo.
- Filgrastim (Neupogen®)
- Pegfilgrastim (Neulasta®)
- Sargramostim (Leukine®)
A continuación se citan medicamentos antimicrobianos que pueden recetarse para prevenir
infecciones específicas comunes cuando el sistema inmunitario está deprimido por
la quimioterapia y/u otros medicamentos.
- Sulfametoxazol - trimetoprim
- Acycolovir®
- Fluconazole®
- Intraconazole®
Otros antibióticos o agentes antimicrobianos se usan para tratar infecciones específicas,
según sea necesario.
Cuándo llamar a su médico o proveedor de atención médica debido a una posible
infección:
Llame inmediatamente si tiene:
- Fiebre de 100.5 °F (38 ºC) o más. (Consulte a su proveedor de atención médica;
éste puede indicarle se llame si tiene fiebre de 100 °F o más.)
- Escalofríos o temblor. Aparición repentina de un dolor nuevo sin explicación.
Llame en un plazo de 24 horas si experimenta los siguientes síntomas:
- Dolor de garganta
- Llagas en la boca
- Una capa blanca en la boca, en especial en la lengua
- Signos de infección vesical
- Ardor al orinar
- Sangre en la orina
- Necesidad de orinar con mayor frecuencia que lo habitual
Nota: Insistimos en recomendarle que hable con su profesional
de atención médica acerca de su enfermedad y sus tratamientos específicos. La información
incluida en este sitio Web acerca de las infecciones y otras enfermedades tiene
como propósito ser útil e instructiva, y en ningún caso debe considerarse un sustituto
del asesoramiento médico.