Problemas hepáticos - Disfunción hepática (hepatotoxicidad) provocada por la quimioterapia

EXÁMENES COMUNES DEL HÍGADO

A continuación se mencionan pruebas o exámenes más comunes que su proveedor de atención médica puede realizarle para determinar si tiene un daño hepático causado por la quimioterapia (como la hepatotoxicidad):

Tomografía computarizada (TC, por sus siglas en español o CT, por sus siglas en inglés): este examen es más específico que las radiografías simples, ya que en este caso una computadora toma imágenes, desde diferentes ángulos, para mostrar una vista transversal de los órganos de su cuerpo. Cómo se hace:

  • Mientras usted permanece recostado sobre una mesa desplazable, un escáner dentro de una máquina se mueve a su alrededor. Las radiografías se toman con diferentes ángulos, a medida la computadora graba las imágenes. A continuación, la computadora presenta las imágenes en un orden específico, para que el especialista pueda interpretar los hallazgos.
  • A veces, se puede administrar al paciente una solución de contraste por vía oral o intravenosa a través de una vena grande. De esta manera, es posible obtener una mejor imagen y pueden observarse las anomalías a medida que la solución de contraste se desplaza por el cuerpo.
  • Es posible que le indiquen ayuno (abstenerse de comer) a partir de la medianoche anterior al examen. Su proveedor de atención médica le dará instrucciones específicas.

Colangiopancreatografía endoscópica retrógrada (ERCP, por sus siglas en inglés): En este procedimiento de endoscopia, el proveedor de atención médica utiliza una sonda larga y estrecha para poder ver el hígado, la vesícula, el páncreas y el esfínter de Oddi en su cuerpo.

  • La vesícula, el páncreas y el hígado están conectados al intestino delgado a través del conducto biliar común.
  • El páncreas está conectado al conducto biliar común por medio del conducto pancreático.
  • El esfínter de Oddi es un órgano muscular que se abre y cierra para permitir la entrada de contenidos líquidos al intestino delgado. Esto ayuda a la digestión.
  • Puede examinarse en los siguientes casos:
    • Si usted tiene un cálculo o una obstrucción en el conducto biliar común o conducto pancreático.
    • Si se sospecha que la existencia de un bulto en el conducto pancreático o biliar.
    • Si usted tiene determinada forma de ictericia (coloración amarillenta de la piel, los ojos y las membranas mucosas).
  • Durante el procedimiento, estando el paciente en ayunas desde la medianoche anterior, el médico le inserta una sonda por la garganta y la hace descender por esófago (el conducto que comunica la garganta con el estómago). Con ayuda de esta sonda larga y delgada, el médico podrá visualizar el hígado, el páncreas, la vesícula y el esfínter de Oddi.
  • Durante este procedimiento, su médico puede eliminar la obstrucción, si la hubiera, o colocar un "stent" (tubo delgado) para reconducir el líquido biliar que pueda haberse acumulado.
  • Su médico o proveedor de atención médica le dará instrucciones específicas sobre qué esperar de este procedimiento, incluidos los riesgos, los beneficios y las opciones de tratamiento.

Biopsia hepática: para hacer una biopsia hepática, el médico toma una muestra de tejido hepático para hacerle un análisis. Su médico o proveedor de atención médica pueden indicarle este estudio si sospechan que la quimioterapia puede haber provocado una disfunción o un daño hepáticos. La biopsia le indicará a su médico si existe un daño en el hígado debido a una infección, un tumor u otra causa.

  • Este procedimiento puede hacerse con anestesia local o general.
  • Se le pedirá que no coma nada a partir de la medianoche anterior al estudio.
  • Después del procedimiento, permanecerá bajo observación para poder detectar cualquier signo de hemorragia.
  • Su médico o proveedor de atención médica le dará instrucciones específicas sobre qué esperar de este procedimiento, incluidos los riesgos, los beneficios y las opciones de tratamiento.
  • Si tiene alguna pregunta o inquietud, no deje de plantearlas.

Nota: Insistimos en recomendarle que hable con su médico acerca de su enfermedad y sus tratamientos específicos. La información incluida en este sitio Web tiene como propósito ser útil e instructiva, y en ningún caso debe considerarse un sustituto del asesoramiento médico.


AFECCIONES HEPÁTICAS COMUNES

CONCENTRACIÓN DE BILIRRUBINA EN LA SANGRE

¿Qué es la concentración de bilirrubina en la sangre?

  • La bilirrubina es una sustancia química que se libera en la sangre, producto de la descomposición de los glóbulos rojos (eritrocitos). El hígado utiliza la bilirrubina para producir bilis.
  • Normalmente, sólo hay una pequeña cantidad de bilirrubina en la sangre. Si la concentración de bilirrubina en la sangre aumenta, puede ser un signo de un problema hepático o de la sangre.
  • Debido a que la bilirrubina puede tener un color amarillo algo rojizo, a medida que aumenta su concentración en sangre, la esclerótica (membrana que forma el blanco de los ojos) puede tornarse amarilla. También la piel puede lucir un color amarillo. Estos es lo que se conoce con el nombre de ictericia. 
  • Es posible que le indiquen un análisis de la concentración de bilirrubina en la sangre si su proveedor de atención médica desea:
    • Comprobar la presencia de una obstrucción en el conducto biliar, el hígado o la vesícula; la bilis llega a los intestinos a través del conducto biliar común. La concentración de bilirrubina en la sangre aumenta cuando hay una obstrucción en la vesícula o el hígado.
    • Comprobar el funcionamiento hepático: si se ha producido un daño hepático o una infección en el hígado debido a la quimioterapia, la concentración de bilirrubina puede aumentar.
    • Detectar determinados problemas en la sangre, como por ejemplo anemia hemolítica: esta forma de anemia se presenta como resultado de la descomposición o destrucción de los glóbulos rojos (eritrocitos). Los glóbulos rojos liberan bilirrubina. Si aumenta la destrucción de glóbulos rojos, aumenta también la concentración de bilirrubina.
  • Otras causas del aumento de la concentración de bilirrubina puede ser las siguientes:
    • Puede tener una infección o inflamación hepática (hepatitis) o de la vesícula.
    • Determinados medicamentos, como los fármacos de quimioterapia, pueden aumentar la concentración de bilirrubina y provocar disfunción hepática.
    • Determinadas enfermedades genéticas, como el síndrome de Gilbert, pueden aumentar ligeramente la concentración de bilirrubina.
Niveles normales de bilirrubina*
0.2 - 1.2 mg/dL > 3.0 puede aparecer la ictericia
* los valores normales pueden variar de un laboratorio a otro


¿Cuáles son algunos de los síntomas que deben vigilarse?

  • Algunas personas con concentraciones elevadas de bilirrubina no notan ninguna diferencia en sus niveles de actividad o de energía.
  • Cuando la concentración de bilirrubina es elevado, puede sentirse demasiado cansado o muy débil (fatigado). Es posible que le cueste realizar cualquier actividad normal.
  • Puede tener dolor abdominal asociado a la ictericia. También puede no sentir ningún dolor. Informe a su proveedor de atención médica si tiene ictericia con o sin dolor.
  • La piel, los ojos, las membranas mucosas (especialmente las áreas húmedas de los ojos y la boca) pueden adquirir un color amarillo.
  • Al evacuar, sus heces pueden se de un color más pálido que lo habitual. La bilis pasa a los intestinos a través del conducto biliar común. Si existe una obstrucción y la bilis (o bilirrubina) pasa a la sangre en lugar de ser liberada hacia los intestinos, las heces pueden ser del color de la arcilla. 

Qué puede hacer si cree que la quimioterapia le ha provocado una disfunción o un daño hepático:

  • Si tiene ictericia, infórmelo de inmediato a su proveedor de atención médica.
  • Asegúrese de informar a su médico, y a sus proveedores de atención médica, acerca de los demás medicamentos que toma (incluso los medicamentos de venta sin receta médica, las vitaminas y los remedios a base de hierbas). No tome Tylenol®, aspirinas ni productos que contengan aspirina a menos que su proveedor de atención médica se lo permita. 
  • Recuerde a su médico o proveedor de atención médica si tiene antecedentes de diabetes o de alguna enfermedad hepática, renal o cardíaca. 
  • Puede estar en riesgo de sufrir una hemorragia. Para minimizar las posibilidades de sangrar, utilice una afeitadora eléctrica y un cepillo de dientes de cerdas suaves. Asimismo, informe a su proveedor de atención médica si tiene algún signo de hemorragia.
  • Debe evitar el alcohol y el acetaminofén (Tylenol®), ya que ambos se procesan en el hígado. Si tiene un daño hepático, el consumo de alcohol y de Tylenol puede agravarlo. 
  • Si se le receta un medicamento para tratar este trastorno, no deje de tomarlo a menos que su proveedor de atención médica se lo indique. Tome la medicación exactamente como se lo hayan indicado. No comparta con nadie sus pastillas. 
  • Si experimenta síntomas o efectos secundarios, en especial si son graves, asegúrese de hablar de ellos con los miembros de su equipo de atención de la salud. Ellos pueden prescribirle medicamentos y ofrecerle otros consejos que sean eficaces para controlar este tipo de problemas.
  • Acuda a todas sus citas de tratamiento.

Fármacos que su médico puede recetarle para la disfunción hepática:

  • No existen fármacos para tratar específicamente el aumento de la concentración de bilirrubina, a menos que haya una infección, una obstrucción o un tumor. El tratamiento está dirigido a corregir la causa subyacente del aumento de la concentración de bilirrubina y a minimizar el daño hepático, si lo hubiera.
  • Muchos fármacos de quimioterapia son procesados en el hígado, lo que puede agravar el daño hepático. Dependiendo de la magnitud del daño hepático experimentado y del estado general de su salud, su médico puede recomendarle reducir la dosis de determinados medicamentos o evitarlos por completo. A continuación se mencionan algunos medicamentos que pueden recetarse en caso de daño hepático grave:
    • Diuréticos: los diuréticos se conocen también como "pastillas para orinar", ya que evitan o tratan la retención de líquidos haciéndole eliminar por la orina el exceso de líquido. Algunos ejemplos de estos medicamentos son la furosemida (Lasix®) y la hidroclorotiazida. Pueden administrarle este tipo de fármacos en caso de que su hígado no funcione correctamente y usted retenga líquidos en el cuerpo. Puede recibir este medicamento solo o en combinación con otros.
    • Analgésicos: si siente dolor, su proveedor de atención médica puede recetarle analgésicos. Muchos de estos analgésicos se procesan en el hígado, sin embargo, en determinadas dosis son seguros. Aún así, debe evitar el Tylenol, ya que éste puede agravar el daño hepático.
  • No deje de tomar ningún medicamento de forma repentina, ya que esto podría tener efectos secundarios graves.

Si comienza a observar signos de daño hepático o disfunción hepática, ya sea durante o después de los tratamientos de quimioterapia, las siguientes pautas le ayudarán a saber cuándo debe llamar a su médico o proveedor de atención médica:

  • Si siente una intensa fatiga o empeora la ictericia.
  • Si siente dolor abdominal, náuseas y vómitos graves.
  • Si una hemorragia no se detiene después de unos minutos.
  • Si le aparecen nuevos sarpullidos en la piel.
  • Si observa cualquier inflamación inusual en los pies o las piernas, o un aumento de peso mayor de 3 a 5 libras en 1 semana.

Nota: Insistimos en recomendarle que hable con su profesional de atención médica acerca de su enfermedad y sus tratamientos específicos. La información incluida en este sitio Web tiene como propósito ser útil e instructiva, y en ningún caso debe considerarse un sustituto del asesoramiento médico.


CONCENTRACIÓN ELEVADA DE ENZIMAS HEPÁTICAS

¿Qué es la concentración elevada de enzimas hepáticas?

  • Las enzimas hepáticas son proteínas fabricadas por el hígado que pueden medirse en la sangre, por medio de la extracción de una muestra de sangre. Las enzimas hepáticas indican el funcionamiento del hígado.
  • El hígado es un órgano del cuerpo que ayuda a:
    • Procesar los fármacos y las toxinas
    • Eliminar los productos de desechos y las grasas del cuerpo
    • Almacenar y regular los niveles de azúcar
  • El cuerpo tiene muchas enzimas diferentes que cumplen diferentes funciones. Su médico o su proveedor de atención médica pueden indicarle pruebas funcionales hepáticas, a fin de determinar si se han producido daños en alguna parte del hígado. Las proteínas (o enzimas) que se miden son:
    • Fosfatasa alcalina (ALP, AP o Alk Phos, por sus siglas en inglés)
    • Alanina aminotransferasa (ALT), anteriormente conocida como transaminasa glutámico-pirúvica sérica (SGPT, por sus siglas en inglés)
    • Aspartato aminotransferasa (AST), anteriormente conocida como transaminasa glutámico-oxalacética sérica (SGOT, por sus siglas en inglés)
    • Lactato deshidrogenasa (LDH)
Enzimas hepáticas (valores normales)*
Fosfatasa alcalina (ALP) 20-120 U/L
ALT 5-50 U/L
AST 7-40 U/L
Lactato deshidrogenasa (LDH, LD) 100-220 U/L
*los valores normales pueden variar de un laboratorio a otro
  • Otras pruebas de la función hepática incluyen:
    • Concentración de bilirrubina: indica la producción y el metabolismo biliar. Los niveles normales de concentración de bilirrubina en la sangre son de 0.2 - 1.2 mg/dL. Si la quimioterapia ha provocado daño hepático o disfunción hepática, es posible que note que su piel adquiere un color amarillo, lo que se denomina ictericia, cuando la concentración de bilirrubina llegue a 3.0 mg/dL.
    • Los tiempos de coagulación, como el tiempo de protrombina (PT, por sus siglas en inglés), pueden ser mayores en caso de daño hepático. Esto significa que, si sufre una lesión, puede llevarle más tiempo formar un coágulo sanguíneo o interrumpir una hemorragia.
  • El aumento en la concentración de estas enzimas o proteínas indicará al médico que existe un problema en determinada área del hígado. Asimismo, puede indicar la existencia de un problema en la sangre.
  • La concentración de enzimas hepáticas puede aumentar si:
    • Tiene una infección, una obstrucción o un daño hepático.
    • Puede existir una obstrucción en el hígado, la vesícula o el conducto biliar común, causada por cálculos biliares, un tumor o una infección.
    • Determinados fármacos o medicamentos pueden haber provocado daño hepático. Entre estos medicamentos se encuentran el Tylenol®, determinados tipos de quimioterapia y medicamentos para tratar el aumento de los niveles de colesterol en la sangre, como la atorvastatina (Lipitor®) y la simvastatina (Zocor®). Algunas veces, el aumento de enzimas hepáticas puede ser temporal. 
  • Puede tener concentraciones elevadas de enzimas hepáticas, aun cuando no exista ningún daño hepático. Por ejemplo, la fosfata alcalina (ALP) es producida por los huesos y el hígado. La concentración de ALP en la sangre puede aumentar debido a un daño óseo, en lugar de un daño hepático. 
  • Las concentraciones de alanina aminotrasferasa (ALT) y de aspartato aminotrasferasa (AST) pueden aumentar si hay un daño cardíaco.

¿Cuáles son los síntomas que deben vigilarse?
Si tiene concentraciones elevadas de enzimas hepáticas, puede experimentar muchos síntomas. Entre ellos:

  • Algunas personas con concentraciones elevadas de enzimas hepáticas no notan ninguna diferencia en sus niveles de actividad o de energía.
  • Cuando la concentración de enzimas hepáticas es elevada, puede sentirse demasiado cansado o muy débil (fatigado). Es posible que le cueste realizar cualquier actividad normal.
  • Puede sangrar con mayor facilidad si los factores de coagulación sanguínea están afectados por el daño hepático (la sangre puede tardar más tiempo en formar un coágulo).
  • Puede tener dolor abdominal asociado a un color amarillento de la piel, los ojos y las membranas mucosas (las áreas húmedas de los ojos y la boca); esto se conoce también con el nombre de ictericia. Es posible que no sienta ningún dolor. Informe a su proveedor de atención médica si tiene ictericia con o sin dolor.
  • Cuando aumenta la concentración de bilirrubina, al evacuar, sus heces pueden ser de un color más pálido que lo habitual. La bilis pasa a los intestinos a través del conducto biliar común. Si existe una obstrucción y la bilis (o bilirrubina) pasa a la sangre en lugar de ser liberada hacia los intestinos, las heces pueden ser del color de la arcilla. 
  • Puede tener inflamación en las piernas, en especial en los pies y los tobillos. Puede aumentar peso con facilidad a causa de la retención de líquidos, o sentirse hinchado.

Qué puede hacer para minimizar el daño hepático durante o después de la quimioterapia:

  • Si tiene ictericia, infórmelo de inmediato a su proveedor de atención médica.
  • Asegúrese de informar a su médico, y a sus proveedores de atención médica, acerca de los demás medicamentos que toma (incluso los medicamentos de venta sin receta médica, las vitaminas y los remedios a base de hierbas). No tome Tylenol®, aspirinas ni productos que contengan aspirina a menos que su proveedor de atención médica se lo permita. 
  • Recuerde a su médico o proveedor de atención médica si tiene antecedentes de diabetes o de alguna enfermedad hepática, renal o cardíaca. 
  • Debe evitar el alcohol y el acetaminofén (Tylenol®), ya que ambos se procesan en el hígado. Si tiene un daño hepático, el consumo de alcohol y de Tylenol® puede agravarlo. 
  • Si se le receta un medicamento para tratar este trastorno, no deje de tomarlo a menos que su proveedor de atención médica se lo indique. Tome la medicación exactamente como se lo hayan indicado. No comparta con nadie sus pastillas. 
  • Si experimenta síntomas o efectos secundarios, en especial si son graves, asegúrese de hablar de ellos con los miembros de su equipo de atención médica. Ellos pueden recetarle medicamentos y ofrecerle otros consejos que sean eficaces para controlar este tipo de problemas.
  • Acuda a todas sus citas de tratamiento.

Fármacos que su médico puede recetarle:

No existen fármacos para tratar específicamente el aumento de la concentración de enzimas hepáticas, a menos que haya una infección, una obstrucción o un tumor. El tratamiento está dirigido a corregir la causa subyacente del aumento de la concentración de enzimas hepáticas y a minimizar el daño hepático. Muchos fármacos se procesan en el hígado, lo que puede agravar el daño hepático. Dependiendo de la magnitud del daño hepático que ha sufrido y el estado general de su salud, su médico puede recomendarle reducir la dosis de determinados medicamentos o evitarlos por completo.

  • Diuréticos: los diuréticos se conocen también como "pastillas para orinar", ya que evitan que se produzca una retención excesiva de líquidos haciéndole eliminar por la orina el exceso de líquido. Algunos ejemplos de estos medicamentos son la furosemida (Lasix®) y la hidroclorotiazida. Puede recibir este medicamento solo o en combinación con otros.
  • Analgésicos: si siente dolor, su proveedor de atención médica puede recetarle analgésicos. Muchos de estos analgésicos se procesan en el hígado, sin embargo, en determinadas dosis son seguros. Aún así, debe evitar el uso de Tylenol®, ya que éste puede agravar el daño hepático.
  • No deje de tomar ningún medicamento de forma repentina, ya que esto podría tener efectos secundarios graves.

Cuándo llamar a su médico o proveedor de atención médica:

  • Si siente una intensa fatiga o empeora la ictericia.
  • Si siente dolor abdominal, náuseas y vómitos graves.
  • Si una hemorragia no se detiene después de unos minutos.
  • Si le aparecen nuevos sarpullidos en la piel.
  • Si observa cualquier inflamación inusual en los pies o las piernas, o un aumento de peso mayor de 3 a 5 libras en una semana.

Nota: Insistimos en recomendarle que hable con su profesional de atención médica acerca de su enfermedad y sus tratamientos específicos. La información incluida en este sitio Web tiene como propósito ser útil e instructiva, y en ningún caso debe considerarse un sustituto del asesoramiento médico.


HEPATOTOXICIDAD

¿Qué es la hepatotoxicidad?

  • A grandes rasgos, la hepatotoxicidad se presenta cuando una afección o un tratamiento (como los medicamentos o la quimioterapia) provoca un daño en el hígado.
  • Existen formas de hepatotoxicidad leve y grave, y ambas provocan daño hepático. La forma grave de hepatotoxicidad puede desencadenar una hepatitis o inflamación del hígado.
  • El hígado es el órgano más grande del cuerpo y se encuentra en el lado superior derecho del abdomen. Su función más importante es filtrar las sustancias tóxicas del cuerpo, incluso muchos medicamentos diferentes tales como los fármacos de quimioterapia, los antibióticos y el Tylenol, así como también el alcohol.
  • Otras funciones importantes que cumple el hígado incluyen las siguientes:
    • Con ayuda del bazo, el hígado elimina de la circulación sanguínea los eritrocitos viejos.
    • El hígado produce bilis para digerir las grasas.
    • Es responsable de procesar las vitaminas, los minerales, las proteínas y la glucosa (el azúcar); todas estas sustancias son importantes para la vida.
  •  Cuando ocurre un daño hepático debido a los tratamientos de quimioterapia, su funcionamiento no deja de ser óptimo. Su proveedor de atención médica puede indicarle determinados análisis de sangre para determinar la magnitud del daño hepático. Estos análisis pueden incluir:
  • Bilirrubina: la bilirrubina es una sustancia química que se libera en la sangre, producto de la descomposición de los glóbulos rojos (eritrocitos). El hígado utiliza la bilirrubina para producir bilis.
    • Normalmente, sólo hay una pequeña cantidad de bilirrubina en la sangre. Si la concentración de bilirrubina en la sangre aumenta, puede ser un signo de un problema hepático o de la sangre.
    • Debido a que la bilirrubina puede tener un color amarillo algo rojizo, a medida que aumenta su concentración en sangre, la esclerótica (membrana que forma el blanco de los ojos) puede tornarse amarilla. También la piel puede lucir un color amarillo. Esto es lo que se conoce con el nombre de ictericia. 
    • Los niveles normales de concentración de bilirrubina en la sangre son de 0.2 - 1.2 mg/dL. Es posible que note que su piel adquiere un color amarillo, lo que se denomina ictericia, cuando la concentración de bilirrubina llegue a 3.0 mg/dL.
  • Fosfatasa alcalina (ALP, AP o Alk Phos, por sus siglas en inglés)
  • Alanina aminotransferasa (ALT), anteriormente conocida como transaminasa glutámico-pirúvica sérica (SGPT, por sus siglas en inglés)
  • Aspartato aminotransferasa (AST), anteriormente conocida como transaminasa glutámico-oxalacética sérica (SGOT, por sus siglas en inglés)
  • Lactato deshidrogenasa (LDH)
  • Los tiempos de coagulación, como el tiempo de protrombina (PT, por sus siglas en inglés), pueden ser mayores en caso de daño hepático. Esto significa que, si sufre una lesión, puede llevarle más tiempo formar un coágulo sanguíneo o interrumpir una hemorragia.
  • El aumento en la concentración de estas enzimas o proteínas indicará al médico que existe un problema en el hígado. Asimismo, puede indicar la existencia de un problema en la sangre.
  • Un aumento de la concentración enzimática no necesariamente significa que la quimioterapia ha provocado una disfunción hepática. La concentración de enzimas hepáticas puede aumentar sin que exista un daño hepático. Por ejemplo, la ALP es producida por los huesos y el hígado. La concentración de ALP en la sangre puede aumentar debido a un daño óseo, en lugar de un daño hepático. 
  • Las concentraciones de alanina aminotrasferasa (ALT) y de aspartato aminotrasferasa (AST) pueden aumentar si hay un daño cardíaco.

¿Cuáles son los síntomas que deben vigilarse?
Si ha desarrollado hepatotoxicidad, puede experimentar muchos síntomas. Entre ellos:

  • Algunas personas con hepatoxicidades leves no notan ninguna diferencia en sus niveles de actividad o de energía.
  • Cuando la concentración de enzimas hepáticas es elevada y se el hígado ha sufrido un daño mayor, puede sentirse demasiado cansado o muy débil (fatigado). Es posible que le cueste realizar cualquier actividad normal.
  • Puede sangrar con mayor facilidad si los factores de coagulación sanguínea están afectados por el daño hepático (la sangre puede tardar más tiempo en formar un coágulo).
  • Puede tener dolor abdominal asociado a la ictericia. También puede no sentir ningún dolor. Informe a su proveedor de atención médica si tiene ictericia con o sin dolor.
  • La piel, los ojos, las membranas mucosas (especialmente las áreas húmedas de los ojos y la boca) pueden adquirir un color amarillo.
  • Cuando aumenta la concentración de bilirrubina, al evacuar, sus heces pueden ser de un color más pálido que lo habitual. Se libera bilis a los intestinos por medio del conducto biliar común. Si hay una obstrucción y la bilis (o bilirrubina) circula en la sangre en lugar de ser liberada hacia los intestinos, las heces pueden tomar color arcilla. 
  • Puede tener hinchazón en las piernas, en especial en los pies y los tobillos. Puede aumentar peso en "líquido" con facilidad, o sentirse hinchado.

Qué puede hacer para minimizar la hepatotoxicidad durante o después de la quimioterapia:

  • Si tiene ictericia, infórmelo de inmediato a su proveedor de atención médica.
  • Asegúrese de informar a su médico, y a sus proveedores de atención médica, acerca de los demás medicamentos que toma (incluso los medicamentos de venta sin receta médica, las vitaminas y los remedios a base de hierbas). No tome Tylenol®, aspirinas ni productos que contengan aspirina a menos que su proveedor de atención médica se lo permita. 
  • Recuerde a su médico o proveedor de atención médica si tiene antecedentes de diabetes o de alguna enfermedad hepática, renal o cardíaca. 
  • Debe evitar el consumo de alcohol y de acetaminofén (Tylenol®). El alcohol y el Tylenol® son procesados en el hígado. Si tiene un daño hepático, el consumo de alcohol y de Tylenol® puede agravarlo. 
  • Si se le receta un medicamento para tratar este trastorno, no deje de tomarlo a menos que su proveedor de atención médica se lo indique. Tome la medicación exactamente como se lo hayan indicado. No comparta con nadie sus pastillas. 
  • Si experimenta síntomas o efectos secundarios, en especial si son graves, asegúrese de hablar de ellos con los miembros de su equipo de atención médica. Ellos pueden recetarle medicamentos y ofrecerle otros consejos que sean eficaces para controlar este tipo de problemas.
  • Acuda a todas sus citas de tratamiento.

Fármacos que su médico puede recetarle:

  • No existen fármacos para tratar específicamente la hepatoxicidad. El tratamiento consiste en evitar lo que provocó el daño y corregir la causa subyacente del aumento de las enzimas hepáticas y de la concentración de bilirrubina, a fin de evitar seguir dañando el hígado.
  • Muchos fármacos son procesados en el hígado, lo que puede agravar el daño hepático. En caso de daño hepático, es importante que su proveedor de atención médica evite los fármacos que puedan seguir dañando el hígado. Dependiendo de la magnitud del daño hepático que ha sufrido y el estado general de su salud, su médico puede recomendarle reducir la dosis de determinados medicamentos o evitarlos por completo.
  • Diuréticos: los diuréticos se conocen también como "pastillas para orinar", ya que evitan o tratan la retención de líquidos haciéndole eliminar por la orina el exceso de líquido. Algunos ejemplos de estos medicamentos son la furosemida (Lasix®) y la hidroclorotiazida. Pueden administrarle este tipo de fármacos en caso de que su hígado no funcione correctamente y usted retenga líquidos en el cuerpo. Puede recibir este medicamento solo o en combinación con otros.
  • Analgésicos: si siente dolor, su proveedor de atención médica puede recetarle analgésicos. Muchos de estos analgésicos se procesan en el hígado, sin embargo, en determinadas dosis son seguros. Aún así, debe evitar el Tylenol, ya que éste puede agravar el daño hepático.
  • No deje de tomar ningún medicamento de forma repentina, ya que esto podría tener efectos secundarios graves.

Si cree que sufre hepatotoxicidad u otra disfunción hepática durante o después de la quimioterapia, la siguiente lista de pautas le ayudará a saber cuándo debe llamar a su médico o proveedor de atención médica:

  • Si siente una intensa fatiga o tiene ictericia.
  • Si siente dolor abdominal, náuseas y vómitos graves.
  • Si una hemorragia no se detiene después de unos minutos.
  • Si le aparecen nuevos sarpullidos en la piel.
  • Si observa cualquier inflamación inusual en los pies o las piernas, o un aumento de peso mayor de 3 a 5 libras en 1 semana.

Nota: Insistimos en recomendarle que hable con su profesional acerca de su enfermedad y sus tratamientos específicos. La información incluida en este sitio Web tiene como propósito ser útil e instructiva, y en ningún caso debe considerarse un sustituto del asesoramiento médico.

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