Otros términos: picazón, escozor
¿Qué es el prurito?
El prurito puede ser repentino (agudo) o prolongarse en el tiempo
(crónico). Puede presentarse solo o junto con otros síntomas,
y ser localizado o generalizado. Puede estar asociado a varios tipos de cánceres
como, por ejemplo, la enfermedad de Hodgkin, el linfoma, la leucemia, el sarcoma
de Kaposi, el SIDA, la metástasis hepática y la insuficiencia renal, así como también
a algunos antibióticos.
Prurito agudo: durante la infusión de quimioterapia puede ser un
signo temprano de una reacción de hipersensibilidad. Los medicamentos de quimioterapia
comúnmente asociados al riesgo de reacciones alérgicas incluyen: L-asparaginasa,
paclitaxel, docetaxel, teniposida, procarbazina y citarabina.
El prurito puede ser un efecto secundario crónico de tratamientos
anticancerosos como el Proleukin® (interleuquina-2),
interferón (Intron® y Roferon®),
así como también de la radioterapia, la enfermedad de injerto contra huésped (GVHD,
por sus siglas en inglés) aguda o crónica, y en ocasiones, los factores de crecimiento
de apoyo como el Neupogen® (G-CSF) y el Leukine® (GM-CSF).
Manejo de los síntomas:
Qué puede hacer:
Para controlar ambos tipos de prurito (agudo y crónico) es importante actuar lo
más pronto posible.
Prurito agudo:
- Si durante un tratamiento de quimioterapia intravenosa tiene un acceso de prurito,
es importante notificar de inmediato a la enfermera a cargo del tratamiento.
-
Es posible que se le administren medicamentos utilizados para tratar reacciones
alérgicas, incluso difenhidramina (Benadryl®),
epinefrina e hidrocortisona.
- El tratamiento de quimioterapia puede interrumpirse
temporalmente para permitir la administración de estos medicamentos.
- El tratamiento
de quimioterapia se reanudará una vez que se haya solucionado el prurito y otros
síntomas asociados a la reacción de hipersensibilidad.
- Debe notificar a su médico
o enfermera si desarrolla prurito o sarpullido en un lapso de 48 horas después de
comenzar a recibir un nuevo tratamiento para el cáncer o antibiótico. La evaluación
e intervención tempranas reducirán la gravedad de los síntomas y permitirán garantizar
una rápida mejoría.
Prurito crónico:
- Es importante que informe a su enfermera o médico si desarrolla prurito o sarpullido. El
diagnóstico y el tratamiento tempranos de los efectos secundarios crónicos le permitirán
continuar el tratamiento y reducir los efectos secundarios y su repercusión sobre
su calidad de vida.
- Su equipo de atención médica evaluará el inicio, el
patrón, la gravedad y la duración del prurito. Además, le pedirán información
acerca de los demás medicamentos que toma, dado que pueden estar contribuyendo a
los síntomas.
Cuidado de la piel:
El buen cuidado de la piel es importante para reducir el prurito y su repercusión
sobre su calidad de vida.
- Mantenga el ambiente a una temperatura fresca.
- Utilice detergentes hipoalergénicos
suaves (como Ivory Snow® o Dreft®).
-
Enjuague la ropa de cama dos veces, para asegurarse de que se hayan eliminado todos
los restos de jabón.
- Tome baños tibios y use jabones suaves como Neutrogena® o Basis®.
- Agregue al
agua del baño productos suavizantes o humectantes, como el baño de avena Aveeno® o Keri®.
- Si no tiene
lesiones cutáneas, agregue aceites para el baño.
- Tome duchas, en lugar de baños
de inmersión.
- Aplíquese con frecuencia lociones como Nivea®,
Aveeno®, Lubriderm®,
Aquaphor® o Keri®.
-
Aplíquese compresas frías en el área durante 20 minutos, con la frecuencia que lo
necesite para lograr una sensación de alivio relajante.
Hidratación adecuada:
- Para reducir la sequedad de la piel y el prurito, es fundamental beber líquido en
abundancia.
- Una botella con agua es una manera muy práctica de tener líquido
al alcance durante todo el día. Beba un mínimo de 2 litros todos los días,
preferiblemente de agua.
Fármacos o tratamientos que su proveedor de atención médica puede recetar:
- Antihistamínicos: Estos fármacos bloquean los receptores de
histamina. Hay dos tipos de receptores de histamina con diferentes funciones;
los receptores H1 son parte de la respuesta del cuerpo que controla la constricción
de las vías aéreas, la dilatación capilar y la constricción venosa. Al bloquear
estos receptores, los antihistamínicos interfieren en la producción de síntomas
tales como el enrojecimiento, la urticaria y la dificultad para respirar o disnea.
- Ejemplos de antihistamínicos son: la difenhidramina (Benadryl®),
la hidroxizina y la ciproheptadina.
- Corticosteroides: Los corticosteroides actúan disminuyendo la inflamación
y la hinchazón.
- Se utilizan como parte del tratamiento de una reacción alérgica aguda.
- En
caso de que el prurito no responda a otros tratamientos, su médico puede recetarle
una crema con costicosteroides de aplicación tópica (directamente en la piel).
Cuándo informar al proveedor de atención médica:
Busque ayuda de urgencia de inmediato e informe a su proveedor
de atención médica si experimenta los siguientes síntomas:
- Disnea, resuello, dificultad para respirar, obstrucción de la garganta, hinchazón
en la cara, ampollas (posible reacción alérgica).
Comuníquese con su proveedor de atención médica en un plazo de 24 horas
si observa cualquiera de las siguientes reacciones, a fin de que puedan ser evaluadas:
- Erupción cutánea
- Prurito
- Ampollas o urticaria
- Si el prurito
no mejora (o empeora) con el uso de los medicamentos recetados para su tratamiento.
Nota: Insistimos en recomendarle que hable con su profesional
de atención médica acerca de su enfermedad y sus tratamientos específicos. La información
incluida en este sitio Web tiene como propósito ser útil e instructiva, y en ningún
caso debe considerarse un sustituto del asesoramiento médico.