Depresión y Quimioterapia
                            
                                             
                    
    
        ¿Qué es la depresión? ¿Puede la quimioterapia causar depresión? La
        depresión es una tristeza persistente que interfiere en las actividades habituales
        de una persona y afecta su capacidad para cumplir sus funciones en el hogar, el
        trabajo, la comunidad o la escuela.
    
    
        - La depresión también se describe como sentirse melancólico, abatido, desesperado
            o descorazonado. La depresión y sus efectos secundarios afectan tanto a hombres
                como a mujeres.
 - Hay diversos factores de riesgo que aumentan la posibilidad
                    de que un paciente con cáncer desarrolle depresión. Los medicamentos comúnmente
                    recetados para los pacientes con cáncer pueden ser uno de esos factores de riesgo. Hay
                    muchas clases de medicamentos que pueden causar depresión como efecto secundario. Algunos
                    ejemplos son: analgésicos, anticonvulsivos, antihistamínicos, agentes antiinflamatorios,
                    antineoplásicos, agentes de quimioterapia, hormonas, agentes inmunosupresores
                    y esteroides.
 
    
        ¿Cuáles son los síntomas de la depresión causada por la quimioterapia?
    
        Signos de depresión: Persistencia durante una semana o más tiempo de 5 o más
            de los siguientes síntomas:
    
        - Cambio de humor.
 - Menor interés en las actividades habituales, la familia
            y los amigos. 
 
        - Incapacidad para disfrutar de la vida. 
 
        - Reacciones nerviosas o muy neutrales. 
 
        - Fatiga profunda y pérdida de la energía. 
 
        - Cambios en los hábitos de sueño (dormir en exceso o insomnio). 
 
        - Cambios en el apetito (disminución o aumento de peso). 
 
        - Disminución de la libido (interés en las actividades sexuales). 
 
        - Dificultad para concentrarse y tomar decisiones. 
 
        - Dificultad para cumplir las funciones habituales. 
 
        - Sensación de culpa o de que está siendo castigado. 
 
        - Sensación de descontento. 
 
        - Negatividad al hablar de uno mismo. 
 
        - Hablar con frecuencia de lo "inútil que es vivir" o de "hacer que todo termine".
 
    
        Qué puede hacer para controlar la depresión durante y después de la quimioterapia:
            
            Identifique:
        ¿Qué lo coloca en riesgo de depresión?:
    
        - Antecedentes de depresión en usted o su familia. 
 
        - Forma pesimista de ver la vida. 
 
        - Vivir con una enfermedad crónica como el cáncer. 
 
        - Acontecimientos estresantes en su vida. 
 
        - Efectos de algunos medicamentos y de la quimioterapia. 
 
        - Falta de apoyo de familiares y amigos. 
 
        - Síntomas físicos no aliviados (como dolor). 
 
        - Alcoholismo o drogadicción. 
 
        - Aflicción no aliviada (por ejemplo, no resolver los sentimientos de enojo que tiene
            por la manera como el cáncer y su tratamiento han afectado su vida). 
 
        - Cualquier cambio persistente en su estado de ánimo, junto con los signos de depresión
            antes mencionados. 
 
        - SI TIENE PENSAMIENTOS SUICIDAS (como "acabar con todo esto"), HABLE INMEDIATAMENTE
            CON ALGUIEN CERCANO SOBRE CÓMO SE SIENTE Y PIDA AYUDA. ACUDA AL CONSULTORIO
            DEL MÉDICO O A LA SALA DE EMERGENCIAS. Si llega a sentirse así, no
            es seguro que ande solo.
 
    
        Reduzca el riesgo de sufrir depresión provocada por la quimioterapia:
    
        - LLAME AL CONSULTORIO DE SU MÉDICO y descríbale cómo se siente.
            Sus síntomas pueden ser una señal para que su médico sepa que necesita adaptar sus
            medicamentos o su tratamiento contra el cáncer. Cuanto más pronto comunique cómo
            se siente a su equipo de atención médica, más rápido encontrará alivio. Si no es
            tratada, la depresión empeora. 
 
        - Pida una cita lo más pronto posible. Su enfermera y su médico pueden
            ayudarle a identificar la causa de la depresión. 
 
        - Diga cómo se siente a algún familiar o amigo. Si tiene pensamientos suicidas, por
            su seguridad, necesita recibir más apoyo de inmediato. 
 
        - Siempre que sea posible, reduzca sus riesgos (por ejemplo, evite tomar alcohol para
            aliviar los síntomas de la depresión). 
 
        - Siga su plan de tratamiento y tome los medicamentos exactamente de la manera como
            le fueron recetados. 
 
        - Su médico podrá derivarlo a un psicólogo para que lo ayude a encontrar maneras de
            enfrentar mejor su situación. Buscar ayuda de un profesional para la depresión es
            tan importante como tomar los medicamentos. 
 
        - Después de comenzar el tratamiento, escriba en un diario sobre cómo se siente. Informe
            a su profesional de atención médica si los síntomas mejoran o empeoran. Generalmente
            los medicamentos para la depresión (antidepresivos) tardan dos semanas en surtir
            efecto.
 
    
        Medicamentos que su médico puede prescribir para mitigar la depresión
            provocada por la quimioterapia:
    
        - Citalopram (Celexa®) 
 
        - Fluoxetina (Prozac®) 
 
        - Paroxetina (Paxil®) 
 
        - Sertralina (Zoloft®) 
 
        - Amitriptilina (Elavil®) 
 
        - Imipramina (Tofranil®) 
 
        - Nortriptilina (Pamelor®)
 
    
        Cuándo llamar al médico o proveedor de atención médica:
    
        - LLAME DE INMEDIATO, sin importar si es de DÍA o de NOCHE si tiene CUALQUIER
            pensamiento SUICIDA. 
 
        - Si tiene preguntas acerca de su tratamiento. 
 
        - Si sus síntomas empeoran. 
 
        - Si tiene efectos secundarios graves debido a los antidepresivos. Estas reacciones
            pueden mejorar con el tiempo. Algunos efectos secundarios incluyen:
            
                - Náuseas 
 
                - Diarrea
 - Dolor de cabeza
 - Mareos
 - Insomnio
 - Agitación
 - 
                    Temblores
 - Sudor
 - Dificultades sexuales
 - Somnolencia
 - Aumento
                        de peso
 - Pulso acelerado
 - Sarpullido
 - Sequedad bucal
 
         
    
    
        Nota: Insistimos en recomendarle que hable con su profesional
        de atención médica acerca de su enfermedad y sus tratamientos específicos. La información
        incluida en este sitio Web tiene como propósito ser útil e instructiva, y en ningún
        caso debe considerarse un sustituto del asesoramiento médico.