Coágulos sanguíneos y quimioterapia
Otros términos: trombosis venosa profunda (DVT), émbolo pulmonar
(PE), émbolo, trombo
¿Qué es un coágulo sanguíneo y cuál es su relación con la quimioterapia?
Un coágulo sanguíneo es una masa gelatinosa de sangre espesa. El cuerpo necesita
poder coagular la sangre, dado que es la manera normal de detener el sangrado para
comenzar a sanar después de una lesión. Este proceso conlleva reacciones químicas
complejas entre muchas sustancias presentes en el plasma sanguíneo. Muchos factores
pueden contribuir a la creación de coágulos sanguíneos, incluyendo algunos tipos
de quimioterapia. Sin embargo, los coágulos sanguíneos también pueden ser causados
por factores biológicos que no guarden relación con el cáncer o los tratamientos
de quimioterapia.
Un coágulo sanguíneo se vuelve dañino cuando puede bloquear una arteria o vena y
detener el flujo sanguíneo, lo que se califica como trombo. Un
trombo en una arteria cerebral puede provocar un derrame cerebral o apoplejía. Un
trombo que bloquea una arteria cardiaca puede ocasionar un infarto de miocardio. Un
trombo en una vena de la pierna o la pelvis recibe el nombre de trombosis venosa
profunda (DVT, por sus siglas en inglés).
Cuando un trombo se desplaza en el torrente sanguíneo, se denomina émbolo. En
su recorrido, puede alojarse en un vaso sanguíneo más pequeño y ocasionar un bloqueo. Por
ejemplo, si bloquea una arteria pulmonar, se produce lo que se conoce como embolia
pulmonar (PE, por sus siglas en inglés).
Síntomas de la trombosis venosa profunda (DVT):
- Dolor en los músculos de la pantorrilla o la pierna, hinchazón, sensibilidad, decoloración
o venas prominentes. Una trombosis venosa profunda puede tener uno de estos
síntomas, todos ellos o ninguno.
Síntomas de un émbolo:
Cuando un émbolo se desplaza, hace que disminuya el flujo sanguíneo. Los síntomas
dependen de hacia dónde se dirige y dónde se aloja el émbolo:
- En el cerebro: apoplejía o derrame cerebral. Los síntomas comunes
de un derrame cerebral son los siguientes:
- Entumecimiento repentino o debilidad en la cara, un brazo o una pierna, especialmente
en un lado del cuerpo
- Confusión repentina, problemas para hablar o comprender
-
Problemas repentinos en la vista, en uno o ambos ojos
- Problemas repentinos para
caminar, mareos, pérdida del equilibrio o de la coordinación
- Dolor de cabeza
fuerte sin una causa conocida
- En el corazón: infarto de miocardio. Los síntomas comunes de un
infarto de miocardio son los siguientes:
- Opresión incómoda, sensación de saciedad o dolor en el centro del pecho, que dura
más de unos minutos o es intermitente.
- Dolor o molestia en uno o ambos brazos, la espalda, el cuello, la mandíbula o el
estómago.
- Sensación de falta de aire junto con la molestia en el pecho, o antes de la molestia
en el pecho.
- Aparición de sudor frío, malestar estomacal o mareos.
- En los pulmones: embolia pulmonar (PE). Los síntomas clásicos
de la PE son los siguientes:
- Tos con sangre, disnea y dolor en el pecho.
- Sin embargo, pueden presentarse
otros síntomas, como por ejemplo: dolor en la espalda, los hombros o el abdomen
superior, mareos, desmayos, respiración dolorosa, nueva aparición de sibilancias,
cualquier nueva arritmia cardíaca, cualquier otro síntoma sin explicación en el
tórax.
- En un ojo: ceguera repentina en un ojo.
Éstas son afecciones posiblemente mortales o, como es el caso de un coágulo
en el ojo, pueden causar una discapacidad grave. La aparición de estos síntomas
requiere atención inmediata.
Factores de riesgo:
Diversos factores, entre ellos la quimioterapia, pueden aumentar el
riesgo de sufrir coágulos sanguíneos. Los pacientes con cáncer tienen mayor riesgo.
Algunos otros factores son los siguientes:
- Disminución de la movilidad, reposo en cama.
- Sondas permanentes de infusión venosa.
- Quimioterapia
- Antecedentes de trombosis venosa profunda
- Fracturas
-
Obesidad
- Arteriosclerosis
- Anticonceptivos orales (pastillas para el control de la natalidad)
- Tabaquismo
Pruebas utilizadas para diagnosticar un coágulo sanguíneo:
- Ecografía dúplex (estudio Doppler): Esta prueba se usa para buscar
una trombosis venosa profunda (DVT).
- Para buscar una DVT con ultrasonido, se coloca el transductor de ultrasonido contra
la piel y se presiona con firmeza hacia adentro lo suficiente como para comprimir
la vena que se examina. En un área con venas normales, éstas se comprimen con facilidad
hasta quedar completamente cerradas, mientras que las arterias musculares son extremadamente
resistentes a la compresión.
- Si hay una DVT, las venas no colapsan por completo al aplicar presión utilizando
la sonda del ecógrafo.
- Radiografía de tórax: Éste es un procedimiento rápido e indoloro
en el que se toma una imagen, o una placa de rayos X, para observar las estructuras
internas del tórax. La radiografía de tórax servirá para observar específicamente
los pulmones, el corazón y las costillas.
- Esta imagen unidimensional puede brindar a su proveedor de atención médica información
importante acerca de lo que sucede en el interior del tórax y en la región pulmonar.
- Grammagrafía pulmonar (Grammagrafía de ventilación-perfusión [VQ]):
su médico o proveedor de atención médica solicitará esta prueba si sospecha que
puede haber desarrollado un coágulo sanguíneo en los pulmones (PE).
- Se inyecta un medio de contraste radioactivo en la vena. Una cámara fotografía el
flujo sanguíneo hacia los pulmones.
- Si existe un bloqueo en el flujo sanguíneo,
esto podría significar la presencia de un coágulo sanguíneo.
- Venograma: Su médico o proveedor de atención médica puede pedir
esta prueba si usted experimenta problemas con el flujo sanguíneo a través de las
venas, hacia el corazón.
- Se inyecta un medio de contraste radioactivo en la vena que es necesario examinar. Se
toman radiografías para determinar la causa del problema. Un problema puede
ser la presencia de un coágulo sanguíneo.
- Otras pruebas: como parte de la evaluación, se puede realizar un
análisis de sangre para comprobar los niveles de oxígeno en sangre, los factores
de coagulación, etc., o un electrocardiograma (EKG) para comprobar el ritmo cardíaco.
Qué puede hacer en caso de un coágulo sanguíneo:
- Si está recibiendo quimioterapia y cree que tiene
un coágulo sanguíneo en un brazo o una pierna, no debe esperar a ver qué sucede. Si
tiene síntomas de un coágulo sanguíneo en un brazo o una pierna, debe acudir inmediatamente
a su médico. Si no está seguro acerca de los síntomas, llame a su profesional
de atención médica.
Trate de reducir los factores de riesgo
de coágulos sanguíneos que puedan controlarse, como por ejemplo:
- Continúe en movimiento, no prolongue el reposo en la cama. Una rutina de ejercicios
también puede ser útil, o bien, si está parcialmente inmovilizado, intente mantener
el flujo sanguíneo utilizando los músculos no inmovilizados de las extremidades
inferiores.
- No fume.
- Si toma medicamentos anticoagulantes, como la warfarina (Coumadin®):
- Siga las instrucciones relativas a los análisis de laboratorio y la administración
del medicamento.
- Tenga cuidado al afeitarse. A fin de minimizar las posibilidades de sufrir cortes,
recomendamos utilizar una afeitadora eléctrica o cremas depilatorias.
- Emplee un cepillo de dientes de cerdas suaves. Cepíllese y utilice el hilo dental
con delicadeza para evitar que sangren las encías.
- Llame a su médico si
tiene cualquier síntoma de enfermedad, como vómitos, diarrea, infección o fiebre.
Las enfermedades pueden modificar los efectos de los anticoagulantes.
- Siempre lleve consigo una identificación en la que se indique que toma anticoagulantes.
En el caso de una emergencia, cabe la posibilidad de que no pueda hablar por sus
propios medios.
- Evite las situaciones en las que puede lastimarse en el
hogar o el trabajo. Se debe prestar atención a las hemorragias incluso en el caso
de las lesiones menores, ya que estos medicamentos afectan la coagulación.
-
Cuando se están tomando anticoagulantes, las caídas que provocan hematomas (hemorragias
bajo la piel) y los cortes ocasionados por objetos con filo son más graves.
- Llame a su médico si sufre una lesión relacionada con una caída o con golpes en
el cuerpo o la cabeza.
Fármacos que su médico puede recetarle:
- Cuando se diagnostica trombosis venosa profunda, por lo general el objetivo que
se persigue es diluir la sangre para prevenir la formación de más coágulos y una
embolia.
- Este tratamiento generalmente se comienza en el hospital, donde se le realiza un
seguimiento riguroso.
- El tratamiento puede durar entre 6 y 12 semanas
o, para mayor prevención, también pueden recetarle tomar una dosis de medicación
de por vida.
- Anticoagulantes:
- La heparina tiene una presentación líquida y se administra mediante una inyección
subcutánea o por infusión intravenosa (IV).
- La warfarina (Coumadin®) tiene una presentación
en pastillas.
- La enoxaparina (Lovenox®) tiene una presentación
líquida y se administra por inyección subcutánea (SubQ).
Cuándo llamar al médico o profesional de atención médica:
En caso de experimentar los siguientes síntomas, busque ayuda de emergencia
inmediatamente (llame al 911) e informe a su proveedor de atención médica:
- Síntomas de embolia pulmonar, infarto de miocardio o derrame cerebral (apoplejía).
Llame a su médico o profesional de atención médica:
- Si observa enrojecimiento, hinchazón, calor o sensibilidad al tacto en un brazo
o una pierna.
Si siente dolor en una pierna y empeora al pararse o caminar.
Nota: Insistimos en recomendarle que hable con su profesional de atención
médica acerca de su enfermedad y sus tratamientos específicos. La información incluida
en este sitio Web tiene como propósito ser útil e instructiva, y en ningún caso
debe considerarse un sustituto del asesoramiento médico.